A pesar de la amenaza de lluvia, del frío y de la crisis, los segovianos tenían ganas de fiesta. Y cientos de personas acudieron al desfile del Martes de Carnaval. Desde las ocho de la tarde, las calles del centro de la ciudad vieron cómo ‘Les fous volants’, de la compañía francesa Remue-Ménage, desplegaban sus locos cacharros voladores inspirados en el universo fantástico de Julio Verne.
Los mariachis de la Semifusa, chinos, egipcios, bandoleros y payasos desfilaron en comparsa por la Calle Real arriba hasta la Plaza Mayor, animados por las charangas. Como novedad, este año el Ayuntamiento promovió que la ciudad se llenara de muertos vivientes, con la Marcha Zombie que se organizó por primera vez el año pasado durante el Festival de Cortos de Contraplano. La MZM y La Kasa del Maquillaje maquillaron a quienes quisieran antes del desfile.
El alcalde Arahuetes, junto a miembros de su corporación, aprovechó la ocasión para hacer publicidad de Segovia 2016, disfrazado de forofos de la Roja ganadora del Mundial de Sudáfrica, lo único de lo que puede presumir España en los últimos meses.
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Por último, se degustó el ya tradicional potaje carnavalero, a un euro por cabeza, que irá destinado a la Asociación Segoviana de Personas con Enfermedad Mental Amanecer. Finalmente, actuó la Trupé de la Mercé. Todo ello, por el módico precio de 35.000 euros. Eso sí, sin carpa. Menos mal que no llovió...








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