
PCE Segovia expresa su firme oposición al proyecto de mina a cielo abierto promovido por la empresa ERIMSA en el nordeste de la provincia. Este proyecto minero no solo amenaza con destruir el entorno natural y la economía local, sino que también podría poner en peligro la salud de los habitantes de la zona y atenta contra un modelo de desarrollo sostenible.
Desde marzo de 2023, la región ha enfrentado tres proyectos de ERIMSA para establecer esta mina, afectando a municipios como Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Abajo, Cerezo de Arriba, Duratón (Sepúlveda), Duruelo, Aldealengua de Santa María, Santa Marta del Cerro y Fresno de Cantespino, entre otros. En cada ocasión, la respuesta de la comunidad ha sido rotunda: la mayoría de los habitantes de la región, junto con ciudadanos del resto de la provincia y de zonas previamente afectadas por minas de esta empresa, se han movilizado para rechazar estos proyectos extractivistas intensivos que no respetan el ecosistema de la región. Aunque conlleven supuestas medidas de recuperación, estas han demostrado ser insuficientes en otras explotaciones similares realizadas por la empresa, donde los daños al entorno han sido permanentes y la restauración ineficaz. Aunque los dos primeros proyectos fueron desestimados gracias a la presión ciudadana, la empresa ha regresado en 2024 con un tercer plan inicial de 418 hectáreas, que forma parte de una estrategia fragmentada para ocupar progresivamente casi 7.000 hectáreas.
La actividad minera propuesta por ERIMSA tendría consecuencias irreversibles para la región. El proceso de extracción altera la estructura del suelo, impidiendo su recuperación para usos agrícolas, y pone en riesgo especies protegidas insignias como el milano real y el lobo ibérico. Además, la fragmentación del proyecto busca evitar evaluaciones ambientales integrales, permitiendo a la empresa avanzar gradualmente sin considerar el impacto acumulado.
La economía local también se verá gravemente afectada. El nordeste de Segovia depende del turismo rural, que atrae a visitantes por sus paisajes naturales y su tranquilidad. La mina, con su ruido, polvo y destrucción del paisaje, haría inviable este modelo económico, perjudicando a pequeños negocios, alojamientos rurales y actividades recreativas. Asimismo, los riesgos para la salud son alarmantes: el polvo de sílice generado puede causar graves problemas respiratorios, mientras que las alteraciones en el agua y el suelo comprometen el abastecimiento y la biodiversidad.
El PCE de Segovia considera que este proyecto es una vulneración directa de los principios que garantizan el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y obligan a los poderes públicos a velar por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva. Además, la evidencia científica advierte sobre los impactos irreversibles de este tipo de explotaciones, instando a priorizar la salud de las comunidades y la conservación de los ecosistemas.
Por todo ello, el PCE de Segovia se suma a las más de 4.000 alegaciones presentadas contra este proyecto y respalda la labor de la Plataforma Contra la Mina en el Nordeste Segoviano. “El futuro de la comarca depende de decisiones responsables y comprometidas con la sostenibilidad y la calidad de vida de sus habitantes. Rechazamos cualquier proyecto que anteponga intereses económicos a los derechos y el bienestar de la comunidad.”
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.142