
Seguro que en alguna ocasión has querido sorprender con un vino a alguien especial, pero no has sabido con qué acompañarlo. No te preocupes, no es una tarea fácil. El vino es una bebida muy variopinta y depende del momento, la persona y el lugar, puede apetecernos uno u otro. Además, aunque esta preciada bebida sea siempre protagonista de cualquier evento, debe estar muy bien maridada para que podamos captar bien toda su esencia. Si cerramos los ojos y pensamos en un buen vinito, seguro que nos imaginamos tomándolo con un queso de calidad, por ejemplo. Porque, ¿cuántas veces lo hemos acompañado con algo dulce? Quizá no es lo más habitual, pero sí es lo más rico que hayas probado jamás. Si eres de los que le gusta disfrutar de una buena copita de vino para celebrar algo, sírvete el que más te guste, localiza una tienda de chuches de confianza y atento que lo que te vamos a contar te interesa y mucho. Allá vamos.
Los vinos espumosos son perfectos para combinarlos con chucherías de celebración
Antes que nada, hay que dejar claro que el maridaje es tremendamente subjetivo, y que acepta combinaciones de todo tipo dependiendo de las preferencias de cada uno. Por ejemplo, ¿alguna vez se te ha quedado la boca áspera después de catar un vino blanco muy seco? Tipo Sauvingnon Blanc. Sí, lo sabemos, casi siempre. Para ello hay un remedio infalible y es acompañarlo con algunas chucherías de frutas, y si están mezcladas con chocolate muchísimo mejor. Esto se extrapola también a los licores, que entran increíblemente mejor con una buena dosis de dulzura al lado. 
Además, si has elegido un buen vino para brindar en una ocasión especial, tienes que saber que existen galletas muy elegantes y dulces tipo macarons para darle un toque festivo al evento. Mezclar cada sorbo de champagne o prosecco con la frescura de estos dulces te aportará ligereza extra que lo convierte en perfecto. 
Los postres: una excelente oportunidad para disfrutar de la mezcla explosiva de dulce y licor
Los sabores que nos aportan los licores son realmente complejos, y en la mayoría de ocasiones piden a gritos que los mezclemos o combinemos con un toque más dulce. El Baileys, por ejemplo, se puede agregar a helados o salsas de caramelos. El Amaretto, que es un licor de almendra, complementa genial con postres como tartas, bizcochos o helados. En cambio, el licor de café nos aporta un sabor más tostado, y se aprovecha en la mayoría de ocasiones para preparar tiramisú o mousse de café. El fondue de chocolate con licor de naranja, el mousse de frambuesa con licor de frutas, los brownies de chocolate con licor de menta o el flan con caramelo de Baileys son algunos ejemplos de postres clásicos que no pasan -ni pasarán- de moda jamás.
En cualquier caso, para que no vayas muy perdido, te vamos a hacer un pequeño croquis con 4 sugerencias de combinaciones que puedes empezar a probar:
- Vino tinto combinado con chocolate negro o fresas cubiertas de chocolate.
 - Vino dulce con chucherías tipo caramelos, toffee o malvaviscos.
 - Vino tinto reserva con chocolates oscuros fuertes, preferiblemente con rellenos más intensos todavía.
 - Vino rosado con chuches de frutas o chicles con sabores frutales.
 
En definitiva, el abanico de posibilidades para combinar chuches con vinos o licores es verdaderamente amplio, pero lo complicado es saber elegir una receta para cada momento. Nuestras creaciones culinarias, cócteles o piscolabis pueden subir de nivel si exploramos nuevos sabores y añadimos ese toque extra que necesitamos.






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