La Junta de Castilla y León aprobó en 2021 una partida para mejorar la eficiencia energética de estas viviendas, pero se derribaron las cubiertas anteriores, no se han llegado a finalizar los trabajos adecuadamente y las lluvias han provocado serias humedades y daños importantes que afectan a la habitabilidad e incluso a la salud. Sorprende que esta situación se prolongue ya dos años, vayan aumentando las viviendas afectadas y la solución siga sin llegar.
Se está trabajando en la reparación, pero debe ser rápida y eficaz, el invierno está cerca y por el momento estas viviendas están lejos de reunir condiciones dignas de habitabilidad. Son necesarias obras de impermeabilización en las cubiertas y en la unión de éstas con la fachada, espacio por el que se han llegado a meter incluso palomas y otras aves además del frío y el agua.
También es necesaria la reparación de las propias fachadas y reparación o sustitución en su caso de la carpintería exterior y las calderas de calefacción obsoletas o deterioradas. Todo ello además de hacer frente a los desperfectos en la electricidad o los ya provocados por el agua en el interior de las
viviendas, zonas comunes y trasteros.
Los vecinos están decepcionados e indignados. Aunque las empresas adjudicatarias deben hacer frente a sus compromisos, la Junta de CyL es la responsable y debe poner urgentemente todos los medios para que las familias afectadas recuperen un hogar digno.





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