Ángel Luis Canto Gómez alcanza el bronce europeo de 1500 máster en Pescara (Italia)

Después de revalidar el título de Campeón de España de Milla en Pista, el pasado 20 de mayo, una inoportuna lesión impidió a Ángel Luis pelear por revalidar el de 1.500 y, además, ponía en serio riesgo llegar a competir en este europeo. Un verano difícil, largo, sin competir, y sin olvidar las molestias, no auguraba un gran resultado.

Así, hasta Pescara (Italia), sede del 22º Campeonato de Europa de Atletismo Máster al Aire Libre, desde el 21 de septiembre hasta el 1 de octubre y, más concretamente, hasta la sede de Montesilvano, se desplazó Ángel Luis Canto a disputar la prueba de 1.500 m.l., buscando una nueva experiencia internacional, con la única expectativa de ser lo más competitivo posible.

El pasado viernes 22, en un horario muy temprano, con mucho calor y humedad, el tureganense salía en la 2ª semifinal tratando de alcanzar un puesto en la final y, manteniéndose atento a los movimientos en cabeza, y confiando en su buen final, logró llegar a meta en primera posición, con un tiempo de 4:23.51.

Logrado el objetivo de volver a competir, el sábado 23, con un clima mucho más favorable, Ángel Luis se colocaba en línea de salida junto a otros quince atletas, sabiendo las dificultades superadas y buscando apurar sus opciones. En una carrera a ritmo medio, el atleta segoviano trató de contemporizar al máximo, sin perder contacto con la cabeza; a falta de casi 500 metros, el checo Khyr lanzó un ataque largo y muy fuerte que rompió completamente la carrera, y al que reaccionaron inmediatamente Tobreluts (est.), Kyereme (gbr), Boross (hun) y Canto. 

El estonio alcanzó la cabeza de la carrera y ya no la abandonaría, alzándose con el título (4:08.56). por detrás, Ángel Luis, fue superando rivales hasta alcanzar la segunda posición al entrar en recta de meta, cediendo al final ante el empuje del atleta británico, alcanzando, por este orden, la plata (4:10.39) y el bronce (4:11.05).

El volver a sentirse competitivo ha sido sin duda el mayor premio posible, junto con un bronce tan dorado y dulce como inesperado, tras estos meses de intenso trabajo para recuperarse de la mejor manera posible, tan bien dirigidos, como siempre, por su entrenador, héctor del pozo; y con la ayuda de su fisio, Dani y su equipo; el apoyo de su pareja, familia y amigos, incondicionales; el seguimiento del club Vino de Toro-Caja Rural y de Innoporc, siempre comprometidos con el trabajo del atleta.