
El pasado sábado se disputó el primer partido tras la triste confirmación del descenso del Segosala Segobus de la Segunda División B. Y no fue un partido fácil, complicada la situación, en la que había que adaptar la mentalidad del equipo para que la motivación siguiese a pesar del reciente descenso y al mismo tiempo enfrentarse al Albense F.S. equipo que estaba peleando por meterse a playoffs de ascenso. Y es que no van a ser fáciles ninguno de los encuentros que le restan al conjunto segoviano. Porque el calendario ha querido que estos equipos que aún les faltan sean equipos que pelean por las posiciones de arriba.
El Albense, como ya se ha comentado, se está jugando algo tan importante como entrar en los playoffs, y eso se notó en el grupo visitante. Mucha afición se desplazó a Segovia para apoyar a su equipo, y se hizo notar desde el principio del encuentro hasta el final. Se notó inmediatamente como quería proponer el partido el equipo salmantino que subió prácticamente hasta el área a realizar una tremenda presión que les complicó mucho la vida a los locales.
A pesar de la propuesta del Segosala de intentar mover el balón con velocidad y tener cuidado en la salida de presión para no cometer errores y darle facilidad al equipo contrario de hacer goles, se encontraron con que en el minuto 14 de la primera parte, el marcador era de 0-6 en contra. De los que, cinco de esos goles, habían sido como consecuencia de pérdidas en zonas de mucho peligro, cercanas a la portería. Resultado que prácticamente resolvía el encuentro antes de que transcurriese tan siquiera una cuarta parte de este.
El planteamiento de los locales cambió radicalmente, vista la situación y decidieron salir con el portero jugador con más de 25 minutos por delante en el partido. Estrategia que usaron con la intención de quitarle el balón al contrario y evitar que el resultado se siguiese ampliando, convirtiéndose en la mayor goleada de la temporada. El portero jugador iba a dar resultados antes del descanso, estrenando los segovianos su marcador de los pies de Óscar.
En el segundo tiempo, como era lógico, no tenían otra opción los locales más que continuar con el portero jugador, que parecía que cambiaba la dinámica que llevaba el partido la mayor parte del primer tiempo. Entonces se produjo uno de estos milagros que tiene el deporte, en los que un equipo prácticamente hundido, porque en 14 minutos le meten seis goles y encima la jornada después de descender matemáticamente, cuando el rival, quizás, ya tenía la cabeza en el siguiente partido pensando en mejores posibilidades de cara a la playa off de ascenso, el equipo que viene con menor fuerza anímica, se encuentra con un segundo gol en los dos primeros minutos de la segunda parte, llegando el tercero poco después y dando esperanzas al Segosala de que la remontada podía ser posible. El vuelco anímico que provocó este segundo gol hace que, en dos momentos concretos, los segovianos se pusiesen a tan solo dos goles de diferencia con más de seis minutos por delante con opciones reales de llevarse los puntos. Aun así, los visitantes supieron mantener el resultado hasta que terminó el encuentro, llevándose los 3 puntos en un partido que se les complicó más de lo que debería tal y como empezó.






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