Fernando Valladares, Xiomara Cantero y Adrián Escudero visitan la localidad de Olombrada para abordar de forma positiva la lucha contra la pérdida de salud de nuestro planeta

La localidad de Olombrada acogió en el multidisciplinar espacio de La Panera, una formación para la transformación social que desde Colectivos de Acción Solidaria trata de impulsar en todas sus actuaciones. Desde diferentes puntos de la península se reunieron en este espacio científicas, técnicas, expertas, emprendedoras y vecinas, personas, interesadas en conocer las mejores herramientas para contribuir a recuperar la salud del planeta. Tras una breve exposición de cada uno de los invitados de la grave situación que vivimos, el freno a una recuperación global que suponen las inercias adquiridas por el sistema capitalista predominante y la gran riqueza que se ha perdido por el camino al negar la validez de los argumentos aportados a lo largo de los últimos 50 años respecto al cambio climático, se presentaron experiencias que desde CAS se reivindican como soluciones al deterioro social y ambiental que padecemos. 

Durante la segunda parte de la  formación, se trató de completar así, el último capítulo del libro con las iniciativas locales que ofrecen un impacto positivo en sus territorios, entre todas ellas se aporta la clave para trabajar esta convalecencia: la biodiversidad que generan, los recursos endógenos que emplean y la actitud positiva frente a las grandes trabas burocráticas que encuentran. La biodiversidad, entendida en todos sus niveles, vegetal, animal, cultural, paisajística…es el baúl de recursos del que disponemos para enfrentarnos a todas las adversidades y debacles que se puedan presentar, nuestra amortiguación frente a los cada vez más numerosos fenómenos excepcionales que acontecen. Los recursos de cada territorio, conocerlos y cultivarlos es lo que ha proporcionado a todas las iniciativas sostenibles que conocemos la viabilidad económica y ambiental que precisan y por último la actitud positiva frente a las incoherencias del sistema, porque a pesar del grave diagnóstico que presenta a día de hoy el planeta, el futuro es incierto, lo que no quiere decir malo, están por venir más cambios y en nuestra mano está que sean más o menos destructivos o más o menos constructivos. 

A modo de conclusión se cerró la formación con algunas directrices básicas para no caer en la eco ansiedad, estado natural que se origina al descubrir las terribles realidades sociales y ambientales a las que nos enfrentamos cada día en cada punto del planeta. Xiomara anotaba la importancia de no querer cambiar el mundo y abogar por las pequeñas acciones, Adrián apuntó el consenso científico frente a la negación del cambio climático, no se pueden aceptar justificaciones a actuaciones insostenibles con este argumento y Fernando concluyó con la importancia de adoptar una actitud positiva para desarrollar cada acción, algo mucho más fácil de conseguir con las herramientas de la cooperación y la solidaridad, activando la verdadera cultura de los territorios, generada por las relaciones de cada comunidad en todos sus ámbitos, tanto laborales como de ocio.