
Bajo el pseudónimo de Anastasia, se esconde Gemma Méndez, nacida en Segovia la primavera del 70. De niña su familia se trasladó a vivir a Madrid, siendo los veranos que pasaba en el barrio del Peñascal de Segovia con los abuelos sus mejores recuerdos de niñez. Ya entonces se presentaba a todos los concursos de dibujo que veía, ganando algunos de ellos.
Muchacha tímida, creativa y sensible desarrolla tres grandes pasiones: la música, trabajando como “DJ” en los últimos años de la movida madrileña, el poder de las manos, estudiando lengua de signos y siendo terapeuta de Shiatsu y profesora de Do- in. Durante años su soporte preferido fue el cuero y durante cuatro fue alumna de las estupendas y bien guiadas aulas municipales de pintura de Segovia. La pandemia y el encierro le llevó a dibujar y crear esa naturaleza que extrañaba en papel y acuarelas. Desde entonces ha participado en varias exposiciones mostrando su obra y su amor por la Naturaleza, le lleva a vivir a Valsaín para estar en contacto con ella, trabajando como guía de los montes de Valsaín.
En su obra se plasma su amor y preocupación por los árboles y ese afán íntimo de repoblar y cuidar.
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