
La Coordinadora Estatal por el Tren Público, Social y Sostenible, que vertebre el territorio y enfríe el planeta, propone al Ministerio del Transporte generar nuevos servicios de transporte público ferroviario. Servicios en la red básica ferroviaria española, que incluye los corredores Atlántico y Mediterráneo y está integrada en la red transeuropea. Todo ello en conformidad con la Directiva (UE) 2021/1187, y dentro de la “consulta pública previa” promovida por el Ministerio que se extiende hasta el próximo lunes 19 de septiembre.
Los servicios ferroviarios propuestos, asequibles para la gran mayoría de la ciudadanía, serán soportados por la red red básica de forma que faciliten la accesibilidad a los bienes, servicios y contactos con las demás personas, logrando la máxima accesibilidad con la mínima movilidad.
Utilizando una red mallada, tupida y accesible, formada por líneas de doble vía, electrificadas y de tráfico mixto para personas y mercancías. Esa red debe estar gestionada con el sistema común europeo, Ertms; pues dicho sistema permite la circulación simultánea de todo tipo de trenes, cercanías, regionales, grandes distancias, nocturnos y mercancías, presentando una capacidad de transporte de más de 350 trenes diarios por línea y sentido.
Debería haber estaciones en el mundo rural por donde discurren dichas líneas, en el casco urbano de las cabeceras de comarca. Debería haber estaciones en el centro de las ciudades, accesibles a pie, en bicicleta y en transporte público colectivo. Deberían existir intercambiadores modales en las principales estaciones ferroviarias de las aglomeraciones urbanas; además de plataformas intermodales y logísticas, en las aglomeraciones urbanas, puertos marítimos y puertos secos, que permitan que los camiones y furgonetas sólo transporten mercancías, en el acarreo y en la distribución, durante el “último kilómetro”.
Las personas deben disponer de billete único o abono de transporte público colectivo, en todo el territorio español con validez para el resto de la Unión Europea. Las velocidades medias de las líneas han de ser de 165 km/h, para las que no es necesario que los trenes rápidos superen la velocidad máxima de 200 km/h. Así mismo, la instalación de cambiadores de ancho facilitará la interconexión de las líneas de la red básica con el resto de líneas que completen la red global.
Esta iniciativa ciudadana es la aportación al proyecto reglamentario del Ministerio del Transporte, anteproyecto de decreto ley, que transpondrá la Directiva (UE) 2021/1187 relativa a la realización de la Red Transeuropea de Transporte. La citada Directiva hace referencia a las “líneas interoperables en la Península Ibérica con un ancho no UIC”, tanto en lo referido al Corredor Atlántico, como al Corredor Mediterráneo. Hace referencia también a los
enlaces pendientes como el Almería-Murcia; así como a “cualquier proyecto de los corredores de la red básica con coste total superior a 300 millones de euros”.
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