Izquierda Unida de la provincia de Segovia ha mostrado "estupefacción" con la oposición generada contra la campaña del ministerio de Consumo, liderado por Alberto Garzón, sobre el actual modelo de consumo de carne industrial y sus implicaciones. Según han manifestado, "dicha campaña reúne una serie de evidencias en materia de salud, agroecología y cambio climático que la soportan, como así hacen la OMS, la FAO y la Comisión Europea".
La organización concluye que la respuesta por parte de las patronales agrarias y algunos partidos políticos entra en conflicto con el conocimiento científico y los datos conocidos. "España es el séptimo país del mundo y el primero de Europa en consumo de carne, según la FAO, y según el último Informe del Consumo Alimentario en España publicado en 2018, Castilla y León junto con Galicia son las comunidades autónomas mayores consumidoras de este producto. En España el consumo de carne por persona y año es entre 2 y casi 5 veces más carne de lo recomendado. Ello tiene evidentes efectos sobre la salud, estado relacionado con la incidencia de cáncer, enfermedad cardiovascular, obesidad y diabetes".
Desde el ámbito de la salud, IU Segovia insta a las fuerzas políticas como PP y PSOE que, realizando tareas de gobierno en comunidades e incluso en el estado, se oponen a dicha campaña, que aclaren si van a cambiar las políticas sanitarias que les competen, contra el criterio de los consensos científicos.
"En relación con el medio ambiente las conclusiones también son claras" han sentenciado. "En un informe del IPCC publicado en 2019 se proponía cambiar el sistema alimentario para reducir la crisis climática, y ya se apostaba por aumentar los alimentos de origen vegetal. Además, existen numerosos informes que vinculan la producción intensiva de carne con la deforestación, el incremento del monocultivo, la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación aguas".
Por último, han señalado que las macrogranjas de cerdos en la suponen en Segovia "un importante riesgo ambiental en el territorio donde se emplazan, asociado principalmente al especial cuidado que requiere la gestión de los residuos ganaderos que producen. La utilización de los purines como fertilizante constituye una práctica que puede generar graves episodios de contaminación de los suelos, del agua y del aire. Este tipo de episodios no son nuevos en la provincia: por desgracia los vecinos y vecinas de Fuentepelayo han tenido que sufrir durante años las consecuencias de las malas practicas de la ganadería intensiva".
IU exige además que el compromiso ecológico del resto de fuerzas políticas sea real, "y no quede en logotipos y presentaciones de planes pomposos que después son tirados por tierra en cuanto afectan levemente ciertos intereses económicos".








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