Los estudiantes que integran el grupo ‘Giner Lectores’ del instituto de Secundaria ‘Francisco Giner de los Ríos’ han decidido este curso acercarse a la poesía y fomentar su lectura de la mano de la obra ‘El reloj de Mallory’ del poeta de Segovia David Hernández Sevillano.
David Hernández (Segovia, 1977) ha centrado su obra principalmente en la poesía para adultos, pero también se ha acercado a la literatura infantil con libros de poemas especialmente pensados para los más pequeños. Entre los reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera como escritor, destacan el Premio Hiperión de Poesía que obtuvo en 2010, el Premio Poesía Joven ‘Miguel Hernández’, en 2009 y el Premio Lazarillo de creación literaria, en 2020.
Una de las alumnas que forma parte de los ‘Giner Lectores’, Claudia Goya San Juan, es además una gran admiradora y lectora de todas las obras de este autor y ha conseguido entrevistarlo.
ENTREVISTA:
Pregunta: ¿Cuándo surgió tu interés por la poesía? ¿De pequeño te planteabas que podrías llegar incluso a ganar premios? ¿Cómo lo has conseguido?
Respuesta: Recuerdo la primera vez que escribí un poema y fue en sexto curso de EGB; escribí un poema suelto. Luego, en séptimo u octavo, escribí algún que otro poema y fue ya en el instituto cuando empecé a escribir un poquito más, tampoco mucho, pues empezaba a leer a Antonio Machado y me apetecía copiar un poco su estilo o el de Juan Ramón Jiménez o las lecturas que se hacían en el instituto. Nunca pensé que me fuese a dedicar a ello ni que fuese a haber un libro escrito; me gustaba, disfrutaba con ello y ya está. Y fue luego, mucho más adelante, cuando ya empecé a leer mucha más poesía actual de poetas que se acercaban mucho a la forma que tengo yo de ver la poesía y cuando empecé a plantearme escribir un libro ya tenía más de treinta años.
P: ¿Tienes algún tipo de rutina para conseguir escribir?
R: Siempre llevo un cuaderno o una libreta donde voy anotando ideas que me surgen en cualquier momento; si voy conduciendo, por ejemplo, aparco en la primera salida que puedo; aparco y escribo la idea que me ha surgido. Mis hijos ya están acostumbrados y te voy a contar una anécdota que me pasó hace unos días: íbamos por la autopista y había un coche parado en el arcén, entonces uno de mis hijos dijo «mira, papá, otro poeta».
P: Escribes poesía desde tu punto de vista, que es, obviamente, subjetivo; pero, ¿alguna vez te has parado a pensar lo que pueda significar para quien la lea?
R: Cuando la escribo nunca me paro a pensar en eso, pero en los recitales hay lectores que te esperan para hablar contigo casi como cuando se confiesa uno con un cura y te dicen que un poema les ha tocado el alma porque parece que habla de lo que sintieron aquella vez que perdieron un amor… Y eso es fascinante. Yo no lo escribo pensando en ese público, pero cuando una persona conecta así a través de un poema con algo que yo he sentido no hay palabras que puedan expresarlo.
P: ¿Tus libros están separados por temáticas? En algunos no lo noto tanto, pero, por ejemplo, en El arcón de los títeres llego a hilar la temática de los títeres, las cuerdas, etc.
R: Es algo que he ido ganando a medida que he ido escribiendo. En los primeros libros es más difícil ver un hilo conductor; es más complejo lograrlo en poesía porque quizá escribes un poema en un estilo, otro en otro y con diversos temas. Sin embargo, los últimos libros sí tienen un hilo conductor, como se ve en El arcón de los títeres y El reloj de Mallory.
P: ¿Tienes algún libro favorito?
R: Generalmente me identifico más con el último que escribo, pero tengo cariño a todos.
P: Normalmente sueles escribir poesía para adultos, pero últimamente has hecho un cambio drástico hacia la poesía infantil. ¿Por qué ese cambio?
R: Es una cosa que ni yo entiendo. La poesía funciona un poco de manera irracional, uno está trabajando, pero no sabe qué es lo que va a venir detrás… Hubo un momento en el que la abuela de mi mujer cayó enferma y murió a los dos o tres meses. Yo nunca había escrito poesía infantil, pero durante esos dos o tres meses no dejé de escribir poesía infantil, me empezaban a llegar poemas infantiles y los escribí como empecé a escribir la poesía de adultos, sin ninguna otra intención. Murió y se cortó. Luego, ya pasados un par de años o tres, me acordé de aquello, lo estuve revisando y fue cuando ya empecé a engancharme con la literatura infantil, empecé a leer mucho más y empezaron a salir. El primer libro fue De boca en boca y río porque me toca. Y después vinieron los demás, que tratan muchas veces los mismos temas que los de los adultos, pero de otra manera; son más vivos, tienen una energía más fresca…
P: En tus poemas hay mucha variedad, algunos son muy largos y otros más cortitos. A mí los que más me gustan son los más cortos y directos. A la hora de escribirlos, ¿con cuáles disfrutas más, con los poemas más directos o con los más complejos?
R: Es muy buena pregunta. Casi todos los poemas, cuando nacen, tienden a ser largos, algunos son muy extensos; incluso los más cortitos –hay un poema que ocupa solo un verso–, todos nacen con más versos y luego, a medida que los vas corrigiendo, vas quitando según vas viendo. Los poemas largos tienen más desarrollo, hay por detrás como una especie de historia o por lo menos una historia mental. Con esos disfruto mucho; sí, diría que disfruto más escribiendo los largos, sobre todo cuando los releo y encuentro que han quedado bien, que me gustan, con lo que estoy contento. Los cortos suelen ser mucho más impactantes, son ideas quizá más brillantes que los largos. Los largos me gustan por el recorrido que tienen.
P: Cuando dedicas un poema, ¿lo haces pensando o inspirado en esa persona o después de escribirlo te recuerda a alguien y por eso se lo dedicas?
R: Hay dos tipos de dedicatorias. Unas son como hacer un regalo, me encanta un poema y se lo quiero regalar a alguien porque hago este tipo de arte y lo que le puedo regalar es esto (igual que si fuera ebanista le regalaría un cofre de madera) y hay poemas que están escritos por y para una persona en concreto y entonces inevitablemente, en él está esa persona.
P: ¿La poesía llega a ser para ti un medio de escape?
R: Es sobre todo un medio para gestionar esas emociones que a veces es complicado gestionar en el día a día, donde nos manejamos casi exclusivamente en modo racional. Pero hay momentos en la vida en los que la razón no es capaz de llegar porque hay cosas que se nos escapan: cuando uno se enamora, cuando tiene una pérdida familiar, en los momentos más intensos de la vida la razón no nos vale. Y ¿qué hacemos? Tocamos la guitarra, dibujamos o escribimos un poema –como en mi caso–. Es muy importante que una persona conecte con lo que le permite gestionar esos momentos que la razón no abarca.
P: ¿Qué dirías a quienes no les gusta la poesía porque dicen que no la entienden?
R: Vuelvo a lo que acabo de decir: estamos acostumbrados a manejarnos con la razón y muchas veces accedemos a la lectura de la poesía como si fuese la lectura de la narrativa o de un periódico, cuando la lectura de la poesía es diferente. Yo les diría que intentasen leerla desde otra perspectiva, sin pretender entender nada. La música, como no tiene palabras, tiene esa ventaja; pero la música no necesitamos entenderla para que nos llegue o no nos llegue, nos guste o no nos guste. Con la poesía sucede algo parecido, pero no estamos educados en esa lectura. Hace poco en un recital se me acercó una persona para decirme que le había encantado un poema, me contó lo que había entendido y me preguntó si estaba bien su interpretación. Pues claro, si tú has entendido eso y te vale, pues ha servido; la riqueza de la poesía es que tiene mil lecturas y lo que le dice a él es diferente de lo que te dice a ti y todas están bien. No hay ninguna lectura mal hecha de un poema.
P: Incluso respecto de un mismo poema, la interpretación de una persona puede variar dependiendo del momento o del estado de ánimo que tenga cuando lo lee…
R: Claro, es como una canción que en un momento de tu vida la pones dieciocho mil veces y no te cansas de escucharla y hay otro momento en que no te dice nada: así es la poesía.








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