Más de cuatro millones de españoles parados, otros 700.000 trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), un déficit público en torno al 9% del PIB; y una deuda pública del 120% de nuestro PIB. A la vista de cifras como estas, nadie negaría que estamos ante un panorama desolador y muchos optarían por tirar definitivamente la toalla.
Sin embargo, los empresarios somos una especie acostumbrada a librar grandes batallas. A lo largo de la historia hemos dado sobradas muestras de nuestro tesón y empuje -un buen ejemplo lo tenemos en la última crisis-. Pero en esta ocasión necesitaremos importantes ayudas para impulsar la economía; en muchos sectores esos apoyos tendrán que ser directos, y no vía créditos.
Los 11.000 millones de euros de ayudas directas a sectores afectados aprobados por el Gobierno el pasado viernes son, sin duda, un pequeño oasis para muchas empresas que están sufriendo la pandemia de forma directa. Ojalá está ayuda sea una realidad para nuestro tejido productivo.
Al margen de las necesarias medidas de carácter fiscal, laboral, financiero y administrativo para favorecer la recuperación de la economía que acabo de mencionar, los fondos Next Generation constituyen, hoy por hoy, la mayor esperanza para poner a nuestro país y al conjunto del continente europeo en la senda de la reactivación.
Por eso Cámara España, con buen criterio, decidió poner en marcha una plataforma digital, en la que se recoge toda la información relacionada con esos fondos, bautizándola con el sugestivo nombre de “Objetivo Transformación”.
El mundo está ya inmerso en una nueva revolución industrial, un cambio de era a todos los niveles, una transformación a lo digital. Por eso la principal apuesta de esas líneas de ayudas europeas serán la digitalización y la transición ecológica, con la idea de reformar nuestra economía para lograr un modelo de crecimiento más sólido, sostenible e inclusivo.
Con la anunciada llegada desde Europa del impresionante montante de 140.000
Millones de euros en los próximos años, resultan por tanto imprescindibles los mayores controles sobre la gestión y distribución de esos fondos de reconstrucción y resiliencia, sobre los que en parte se sostendrá el despegue de nuestro país.
Mientras, confiamos en que el proceso de vacunación contra la covid se acelere de forma definitiva y lo antes posible podamos alcanzar la deseada inmunidad de rebaño. Situaciones como las que empiezan a vivir países como el Reino Unido e Israel, con tasas de vacunaciones muy elevadas, dejan claro que ese el camino a seguir.
El llamado pasaporte europeo de vacunación sería además el documento ideal para el comienzo de la recuperación de uno de los grandes sectores económicos españoles como es el turismo.
También constituye una buena noticia la supresión de aranceles durante cuatro meses entre la Unión Europea y Estados Unidos impuestos en su día por el conflicto que mantienen por los subsidios a la industria aeronáutica. España será una de las beneficiadas con esa medida, pues esas cargas gravaban a productos como el vino, el queso o el aceite de oliva por un importe de unos mil millones de euros.
Por estas ventanas a la esperanza, aún sabiendo que el trayecto será duro, que nos encontraremos no pocos obstáculos y que serán muchos los que, desgraciadamente, se quedarán por el camino, los empresarios tiramos de ese gen de optimismo que nos acompaña siempre a quienes estamos acostumbrados a jugarnos nuestro patrimonio para crear riqueza.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.26