El futuro incierto del nuevo hospital

El futuro del nuevo hospital de Segovia es un futuro incierto además de por no tener mención en los presupuestos presentados, porque como temía y argumentaba en un  escrito anterior los políticos no dejan de lado sus colores e intereses en favor de la ciudadanía y sentido común.

Las alternativas que barajan unos y otros no son defendidas en ningún caso por criterios técnicos ni prescripciones sanitarias, qué va, ya nos gustaría, todo lo que sustentan sus ofrecimientos son los argumentos peregrinos de patio de colegio: quien es el dueño del balón dice cómo se juega.

Así pues, la omnipotente Junta de Castilla y León, aboga por la ampliación del hospital en los terrenos de su propiedad junto al centro Antonio Machado, ideando una suerte de complejo hospitalario futurista uniendo  la nueva construcción con la actual mediante un circuito de pasarelas. Desconozco si serán cubiertas o al raso, (teniendo en cuenta la falta de sentido común vete tú a saber)  pero en cualquier caso un paseíto entre servicios sanitarios, eso sí, disfrutando de las vistas que para eso somos ciudad Patrimonio con una puntillosa normativa de protección al efecto y ya que viene uno a la capital a echar la mañana qué menos que llevarte un selfi con la catedral de fondo.

El otro dueño del balón, véase el ayuntamiento de Segovia, tiene la titularidad de los terrenos cercanos al hospital.  En las Lastras, la ya gravosa magnitud de la obra se verá notablemente encarecida y  prolongada en el tiempo por la necesidad de recalificar los terrenos y sobre todo hacerlos accesibles, ampliando calles o creando nuevos viales. En definitiva que sin empezar las obras del nuevo edificio ya en los previos va una millonada.

Todo este debate sería inútil si el sentido común imperara y los recursos económicos se invirtieran con ello.
Lo que menos cuesta. En estos tiempos creo que todos hacemos de ese argumento si no el primero, de los más tenidos en cuenta y a mismas condiciones, no hay duda. En este caso las condiciones no son las mismas.

Hemos contemplado someramente los pros y contras de las distintas ubicaciones y cada cual creerá mejor una u otra, pero ante la premisa de  “lo que menos cueste”, la conclusión es que los terrenos que están pegados al mismo hospital actual usados como improvisado parking, serían la opción más coherente, menos gravosa en comodidades al ciudadano que ya tiene bastante con tener que ir al hospital y  además económicamente salvable.  Únicamente cuentan con la “pega” de que son de titularidad privada. Me consta que por parte de los propietarios hay voluntad negociadora pero parece mucho mejor gastar más en hacer una carretera o en pasarelas de diseño que pagar un justiprecio  por un terreno.

Al final lo que menos cuesta de todo esto es el terreno, pero vaya, el balón es mío y juego como quiero. ¿Qué son unos añitos más de recalificaciones, de nuevas aprobaciones al Pehais, carreteras, etc, etc, etc?
Total los presupuestos de este año no contemplan ni un sitio, ni otro. Una vez más,  pasadas la primera y la segunda ola (Dios mediante) todo se ha quedado en un debate baldío, como las tierras que rodean al deficitario hospital que seguimos teniendo.