Al oír hablar de bisontes imaginamos unas criaturas grandes y peludas, asociadas siempre a tiempos o lugares remotos, pero están mucho más cerca de lo que pensamos. ¿Sabíais que en la provincia de Segovia contamos con una de las poblaciones más grande de España de estos animales?
Primero conozcamos un poco a este animal totémico: el bisonte europeo (Bison bonasus) es el mamífero de mayor tamaño de Europa; pertenece a la familia de los bóvidos, la misma que las vacas que todos conocemos. De silueta maciza y cabeza ancha y grande, un macho adulto puede llegar casi a 1 tonelada de peso y los casi 2 metros de altura a la cruz. Ambos sexos tienen cuernos gruesos orientados hacia arriba. Sus parientes vivos más cercanos son los bisontes americanos (Bison bison), aunque éstos son mucho más peludos y compactos, con el cuerpo más pequeño y las patas más cortas. Al primo americano, estamos acostumbrados a verlo en grandes manadas repartido por las llanuras en el oeste, sin embargo, nuestro bisonte prefiere manadas mucho más reducidas y ambientes boscosos.
La historia de este animal está fuertemente marcada por el ser humano, pues fuimos los responsables de llevarle hasta casi la extinción. En la antigüedad, se encontraba ampliamente distribuido por toda Europa, llegando a ocupar regiones incluso de Asia Occidental. En España, fue una especie numerosa y emblemática en la prehistoria, prueba de ello son el registro fósil y las numerosas pinturas rupestres que tenemos de esta especie. La caza y la tala intensiva de los bosques, para uso en ganadería y agricultura, durante los siguientes miles de años hicieron retroceder sus poblaciones hasta que en 1919 se abatió y se desolló el último bisonte en libertad, en Polonia, para dar de comer a los soldados de la Primera Guerra Mundial en el frente. Sólo quedaron 12 ejemplares repartidos en tres zoológicos de Europa.
Fue en 1923 cuando se planteó por primera vez la idea de proteger y preservar a un ser vivo, y este no fue otro que el bisonte europeo. El cual gracias a esos doce ejemplares en cautividad que quedaban y tras muchos años de trabajo (que aún a día de hoy continua) cuenta en la actualidad con una población de más de 7.000 ejemplares en toda Europa.
No es hasta el año 2010 que este proyecto de reintroducción llega a España, con los primeros ejemplares llegando desde Polonia hasta Palencia. Actualmente, además de la pionera en Palencia (y a parte de los individuos que se pueden encontrar en zoológicos), tenemos reservas dedicadas a estos animales en: León, Asturias, Burgos, Valencia, Lérida… ¡y Segovia! Sí, como lo oís, es más, contamos con la colonia más grande de España.
¿Y dónde se encuentran estos colosos en nuestra provincia? Los bisontes segovianos están repartidos en tres fincas diferentes, dos de ellas se encuentran en Lastras de Cuéllar y son privadas; y la tercera en El Cubillo (a 32km escasos de nuestra ciudad) que ofrece en su finca de Matarosueros un “Safari Ibérico” en el que podemos disfrutar de estos animales y otros muchos. Entre las tres fincas suman más de 30 ejemplares de bisonte europeo en Segovia, la población total en España es de más de 100.
Llegados hasta aquí surge una pregunta, ¿por qué?, ¿por qué reintroducir estos animales en la península si llevan extintos miles de años? Lo cierto es que no hay una respuesta concreta, sin embargo, sí podemos hablar de los beneficios que aportarían al ecosistema. Se sabe que la presencia de grandes herbívoros salvajes es fundamental en la prevención de incendios, no sólo por lo que ingieren sino por lo que pisotean con su gran peso.
Un solo bisonte puede comer 30 kilos diarios de hierbas y matorral, y al mismo tiempo que forrajea está aplastando otras tantas y abriendo espacio en las fincas; así evitan que este tipo de plantas conecten masas forestales y los incendios se propaguen más fácilmente. Este arduo trabajo a día de hoy es realizado casi en su totalidad por cuadrillas de limpieza, con el coste que eso supone.
Pero además de los beneficios ecológicos, también reporta grandes beneficios económicos. Esta emblemática especie que despierta fascinación desde la prehistoria, sigue teniendo tirón en nuestros días. Atrae al año a miles de personas de toda España y el resto del mundo a las localidades y fincas que los albergan, algunas como la nuestra ha llegado a recibir 200 visitantes en un solo día.
A pesar de su gran tamaño y de llevar a cuestas una batalla de más de 80 años por su conservación, los bisontes europeos siguen siendo bastantes desconocidos e infravalorados. Desde 2018 en España se está luchando para que esta especie sea incluida por parte del Ministerio de Transición Ecológica en la lista de especies salvajes de España, ya que así su conservación sería más fácil al tener un respaldo legal y no ser todo el trabajo e inversión privados. Sin embargo, un año más no se ha conseguido, a pesar de ser una campaña fuertemente respaldada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Ahora que ya conocéis un poquito más a éstas criaturas tan simbólicas y que sabéis que están tan cerca, quizá tengáis ganas de salir de las “cuevas” que han sido nuestras casas durante este confinamiento y sentiros como en el Holoceno rodeados de bisontes europeos. Eso sí, ahora que tenemos papel, que no os de por pintarlos en las paredes como en Altamira. O sí, eso depende de si vuestras madres os dejan.
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