Indignación entre los usuarios de la piscina Carlos Casado

Indignación es la palabra que mejor define la reacción que ha despertado entre los usuarios, especialmente entre los que llevan lustros apuntados a grupos con respecto a la oferta de plazas con la que cuenta para la próxima temporada Forus, la empresa concesionaria de la piscina municipal Carlos Casado.

Con un plazo de inscripción de seis días (que incluye un fin de semana) y exclusivamente telemático, asegura plazas para todos los usuarios del curso 2019-20 PERO SIN GARANTIZAR NI EL HORARIO NI EL GRUPO DEL CURSO ANTERIOR, pues la asignación será exclusivamente por sorteo. Si no les gusta lo que les ha tocado pueden solicitar  EN DOS DÍAS otra opción a ver que pasa o apuntarse en lista de espera del que les gustaba.

Tampoco entienden, según nos escribe un lector “que los resultados se comprueben por Facebook, porque aunque esta ciudad  se autotitule 5G no todo el mundo estamos en esas redes”.

Pero hay más novedades. Los pagos deberán hacerse únicamente por domiciliación bancaria. De devolver ellos las cuotas de la segunda quincena de marzo en que se suspendieron los cursos no se dice nada, aunque la empresa propone hacer “recuperaciones” en septiembre cuando ya nadie necesita recuperar nada o a lo peor ya ni siquiera está inscrito. Lo legal cuando se cancela algo es devolver el importe abonado y ya verá el cliente si vuelve a comprar cuando se recupere el evento.

Se retoma la idea, contestada por los usuarios de la temporada pasada, de clasificar por edades y se separa de los grupos de “adultos” a los mayores de 65 años para los que se reservan exclusivamente los martes y jueves a las 8 de la mañana, dada la tendencia de ese colectivo al pegado de sábanas, especialmente en invierno. Y tampoco hay tarifa especial para ellos.

“Y es que el mango de la sartén no lo sueltan”, nos cuenta otro. Se permitirán cancelar cursos que no lleguen al 50 por ciento de inscritos, pero ellos no se comprometen a que un monitor no deba atender a la vez a dos cursos de diferente nivel.  Curiosamente, esta circunstancia se dio el curso pasado y fue denunciada a la Alcaldesa, según nos muestran, mediante instancia registrada en febrero cuya respuesta aún no ha llegado, pese a ser requerida repetidas veces a su secretaria y a su correo personal.

Y este es, a juicio de los usuarios el quid de la cuestión: la total inoperancia de la alcaldesa y una de las concejalías mejor retribuidas, la de Deportes, que se han inhibido totalmente de su responsabilidad ante los ciudadanos de los que cobran su sueldo.