Y llego la pandemia, y nos confinaron en nuestras casas para protegernos a nosotros y proteger a los demás. Nos confinaron para proteger y no colapsar el sistema sanitario.
Nuestro sistema sanitario llevaba colapsado años, décadas. El sistema sanitario de las zonas rurales había sido masacrado pues pensaron que al ser pocos no éramos rentables para recibir los mismos servicios que otros ciudadanos residentes en grandes núcleos poblacionales, que siendo pocos ni se nos oiría, ni se nos vería protestar y protestar por dejarnos sin servicios básicos y esenciales.
Pero no solo la atención primaria del medio rural había sido sangrada. Resulto que nuestro hospital situado a 100 km de distancia, en Segovia, era de papel. El hospital de Segovia colapso ante la llegada de la pandemia.
Día tras día a las 20:00h salimos a nuestros balcones, nuestras puertas, para aplaudir con fuerza y que nuestro caluroso aplauso llegara a todos/as las personas que durante aquellos días tan duros y difíciles cuidaban de nosotros.
Un halo de esperanza sobrevoló por un breve tiempo sobre nuestras cabezas. Es perfectamente compatible vivir y trabajar, en el medio rural, el teletrabajo ha llegado para quedarse. El medio rural esta deseoso de recibir vecinos y vecinas.
Nuestra ilusión pronto llego a su fin. No dejábamos de oír que había que reforzar la Atención Primaria sanitaria para poder pasar de fase, para poder llegar a la “nueva normalidad”.
¿NORMALIDAD, QUE NORMALIDAD?
Una normalidad en la que se termina de abandonar y desatiende totalmente a los ciudadanos y ciudadanas del medio rural porque no somos rentables, porque somos pocos, porque nuestros problemas no salen en las noticias porque no interesan políticamente.
Vivimos en una zona, el Nordeste de Segovia, donde en una situación normal sin una pandemia, en la época vacacional nuestra población aumenta y aumenta llegando hasta triplicar la población total. Una zona que ante ese aumento de población no se ha reforzado, tan siquiera se han cubierto bajas o vacaciones de profesionales sanitarios.
¡Aquí se jubila un medico y con él desaparece la asistencia! ¿Quién va a velar y cuidar de nosotros en los próximos meses cuando nuestra población se multiplique por seis?
Centros de salud con atención previamente filtrada telefónicamente, quien tenga cobertura fijo y/o movil porque aquí es algo muy, muy difícil. Puntos de Atención Continuada cerrados a cal y canto y Consultorios Locales desaparecidos, se salieron con la suya de cerrarlos, han usado una pandemia para realizar una reestructuración
encubierta.
Ahora están a tiempo de rectificar. Están a tiempo de protegernos. No queremos ver como la falta de profesionales y medios nos convierten nuevamente en una de las provincias más vulnerables y frágiles volviendo de nuevo al punto de partida y volviendo a perder a seres queridos por una falta de previsión y de medios, por falta de voluntad.
¡ACTUEN YA!, ¡SEAN RESPONSABLES!
No somos tarjetas sanitarias, pocas y dispersas según ustedes, somos personas con el mismos derecho que cualquier otro ciudadano a ser atendido y protegido sanitariamente.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.21