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COMO POSIBLES RESTOS DE MUROS DE LA ANTIGUA CATEDRAL DE SANTA MARÍA Y DEL PALACIO EPISCOPAL

Las obras del Alcázar sacan a la luz un desarenador del Acueducto, entre otros hallazgos arqueológicos

SegoviaDirecto.com | 1326 Viernes, 21 de Febrero de 2020 Tiempo de lectura:

Las obras de remodelación de la Plaza de la Reina Victoria Eugenia, popularmente conocida como Plazuela del Alcázar, que comenzaron en enero de 2019, han sacado a la luz un desarenador del Acueducto, entre otros hallazgos arqueológicos, como posibles restos de muros de la antigua catedral de Santa María , o restos del palacio episcopal que construyó en este lugar el obispo de la ciudad Arias Dávila en el siglo XV. Todos los trabajos arqueológicos se han realizado en coordinación con el servicio de Arqueología de la Junta de Castilla y León.

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Durante la ejecución de la primera fase de los trabajos de remodelación de la plaza se han hallado y documentado diversas canalizaciones de distintas épocas pertenecientes a la red de distribución del Acueducto.


Se ha localizado el canal principal del Acueducto, que proviene de la calle Daoíz y se dirige al desarenador/distribuidor hallado en el cuadrante suroeste de la plazuela, entre la Casa de la Química y el Alcázar. Se trata de una estructura que aloja en su interior el calicanto lateral que protege la conducción, realizada mediante atanores machihembrados, cubierta con losetas cuadrangulares de barro cocido en algunas zonas y por losas de caliza en otras. Sin lugar a dudas, se trata del penúltimo canal de abastecimiento de agua del Alcázar de Segovia, vista la fábrica, ya de época moderna.

 

El desarenador quedará accesible en el subsuelo de la Plaza del Alcázar


[Img #54517]Un importante hallazgo arqueológico ha sido un desarenador/distribuidor en buen estado de conservación, que decantaba el agua del Acueducto y lo repartía tanto hacia el Alcázar, continuando el ramal principal del Acueducto, como hacia el aljibe que se ubica junto a la entrada de la Casa de la Química, por una canalización secundaria. Dado el interés que presenta el desarenador, se ha modificado el diseño proyectado para que esta estructura hidráulica quede accesible en el subsuelo de la plaza, bajo unas grandes compuertas. De este modo, podrá ser estudiado en el futuro.

 

Casi en paralelo al canal principal se ha encontrado una segunda canalización que también discurre por la plazuela en sentido este-oeste, realizada con atanores de cerámica y cubierta con losetas de barro cocido. La proyección de su orientación indica que desemboca en la canalización principal, la que une el desarenador con el Alcázar. Además, se ha hallado una tercera canalización, de época moderna/contemporánea, consistente en un canal de plomo cubierto por baldosas de barro cocido.

 

Primer paso para la localización de la antigua catedral de Santa María


[Img #54515]Además del correspdiente control arqueológico, el Patronato del Alcázar decidió la excavacióncon metodología arquelógica de dos zanjas en la Plazuela, transversales en sentido sur-norte, una a cada lado del monumento a Daoíz y Velarde. El objetivo de dichas zanjas, que literalmente seccionan la Plazuela, es la localización y ubicación de aquellas estructuras que, en épocas pasadas, se dispusieron a lo largo de la plaza en sentido este-oeste, tales como calles, ramales del Acueducto, o restos de muros de la antigua catedral de Santa María. Estos sondeos permitirían, por ejemplo, conocer la anchura y emplazamiento de las naves de la antigua catedral.


A lo largo de los 22 metros excavados de cada zanja se han documentado, a ambos costados del monumento de Aniceto Marinas, restos de cimentaciones de diversa entidad, que en algunos casos se entrecortan o superponen unos a otros. Cabe destacar la identificación de una unidad estratigráfica consistente en una cimentación a base de sillares rectangulares de granito, caliza y arenisca. Dada su entidad, puede tratarse de la cimentación del muro permitetral sur de la antigua catedral.


La ejecución de las zanjas de verificación arqueológica ha supuesto un primer paso importantísimo para la localización, orientación y dimensionamiento de las trazas de la antigua catedral de Santa María. El hallazgo en la zanja 1 de dos cimentaciones de carácter masivo y de gran potencia, una de las cuales reutiliza restos de una edificación anterior, conducen a pensar que nos hallamos ante los restos de la catedral, aunque no hay que perder de vista que los trabajos de demolición y posterior nivelación y explanación de la plazuela realizados a partir del S.XVI han alterado profundamente los restos que permanecen en el subsuelo y dichas alteraciones pueden complicar la interpretación de los restos hallados. La ausencia de continuidad de las estructuras halladas en la zanja 1 (al oeste del monumento de Marinas) en la zanja 2 puede deberse a estas alteraciones, aunque la dirección arqueológica de las obras considera que esta ausencia podría obedecer más al hecho de que la cabecera del templo no llegaba hasta el punto escogido para realizar la zanja 2, sino que se ubicaba bajo el lugar que actualmente ocupa el monumento a Daoíz y Velarde.


Es de esperar que durante la segunda fase de ambas zanjas se pueda localizar el muro norte perimetral de la catedral, pudiendo desde entonces trabajar en una hipótesis bien fundamentada basándose en los restos, que se esperan inequívocos. No obstante, las consideraciones finales, así como las conclusiones, habrán de esperar hasta la finalización de la intervención arqueológica, previo estudio de los materiales asociados a las diferentes estructuras y niveles arqueológicos.

 

Hallazgo de restos de edificios junto a la muralla sur

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Durante la excavación de zanjas junto a la cara interna de la muralla sur, fueron descubiertos una serie de restos constructivos de relativa importancia para el estudio del desarrollo urbanístico de esa zona de la Ciudad de Segovia, ya que pueden asociarse, en principio, a los restos del palacio episcopal que construyó en este lugar el obispo de la ciudad, Arias Dávila, en el S. XV, y que pueden ponerse en relación con otros restos arqueológicos descubiertos en el año 2017 durante los trabajos de restauración de la muralla sur del recinto de la Plazuela. Esta relación está basada en hipótesis, ya que en ningún caso la excavación ha permitido establecer una secuencia física de niveles o estructuras que supusieran una correlación directa entre unos y otros.

 

Entre los restos se han documentado cimentaciones, muros interiores, ventanas cegadas, tabiquería, pavimentos y canalizaciones. La mayoría de los elementos forman parte, según se deduce del análisis de estos, de un mismo edificio. La parte más reconocible de estos restos se correspondería con, al menos, dos estancias diferenciadas, que suman un total de 7 ventanas, todas ellas cegadas, hacia el valle del Clamores. De los posibles edificios a los que podría pertenecer dichos restos, la dirección arqueológica de las obras se inclina por pensar que están asociados al Palacio que en el S.XV construyó de nueva planta el obispo Arias Dávila. El uso de estas estancias, o al menos el último que se le dio antes de su amortización, parece que es el de almacén, dados los grafitos interpretables como cuentas que aparecen escritos en los paramentos sobre la última capa de enlucido. Ya están siendo objeto de estudio por parte de los arqueólogos al servicio del Patronato del Alcázar. Las primeras conclusiones arrojan una cronología bajomedieval – moderna. Los depósitos que colmatan estas estructuras corresponden a los rellenos hechos en los siglos XVI y XVII, que tuvieron por objeto la nivelación y explanación de la Plazuela.

 

Se documenta la ocupación del solar desde al menos la Prehistoria


En cualquier caso, el Alcázar es una caja de sorpresas arqueológicamente hablando.  El análisis de los materiales obtenidos durante las excavaciones realizadas en la primera fase de la obra de remodelación de la plazuela ha permitido documentar la ocupación del solar desde, al menos, la Prehistoria. En la zanja de verificación arqueológica número 2 se halló un depósito de tierra negra que arroja el material más antiguo halladohasta la fecha en la plazuela, de la Edad del Hierro II. En el mismo lugar se obtuvo también una muestra de 'terra sigillata', delicada cerámica utilizada por los romanos, que prueba su presencia en el lugar, pese a no haberse hallado resto alguno de edificaciones romanas originales (sí que han aparecido sillares de origen romano reutilizados en construcciones posteriores, al igual que pueden encontrarse en muchas otras edificaciones de la ciudad).

 

 

 

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