Regalos que carga el diablo: Tras correr con los gastos, el Ayuntamiento no podrá vender ni donar la escultura de la calle San Juan

El Ayuntamiento de Segovia asumirá “el coste de realizar la fundición, el trabajo de cantería necesario, el transporte y la colocación” de la escultura SEGODEVS, AQUAEDVCTI ARTIFEX, la estatua del demonio, inspirada en la leyenda del Acueducto, pero “no podrá efectuar la venta ni donación de la escultura fundida en bronce”. Además, “la escultura original se utilizará como modelo para realizar la fundición, quedando bajo custodia y propiedad del autor los moldes correspondientes así como los elementos de la escultura original que no hayan sido destruidos en el proceso de moldeado y fundición”, según reza literalmente en la Junta de Gobierno Local del día 24 de octubre de 2018. Para más inri, en el mismo Orden del Día de esa Junta de Gobierno Local, el Ayuntamiento de Segovia manifestaba “nuestro profundo agradecimiento a don José Antonio Abella Mardones por tan generoso gesto” .

Lo que ha quedado escrito en el documento oficial municipal de la Junta de Gobierno Local, que al final es lo que va a misa, se contradice con las declaraciones de la alcaldesa, de que la fundición de la escultura estará patrocinada por una empresa (que no ha desvelado, en un nuevo ejercicio de transparencia) y tendrá un presupuesto de 9.000 euros.

Toda vez que la propuesta de Abella consiste en la “cesión de los derechos para realizar UNA fundición en bronce de la escultura de su creación”, hay segovianos que se preguntan a quién revertirán los derechos de propiedad intelectual si a la Empresa Municipal de Turismo que gestiona Claudia de Santos le da por comercializar la imagen del diablillo con ‘merchandising’ tipo llaveros, colgantes, camisetas, tazas, etc. Dudas éstas, junto con las acusaciones de "amiguismo" que no se darían en el caso de que el Ayuntamiento hubiera realizado un concurso público, abierto, transparente y con unas condiciones menos onerosas para el municipio, cuyos dispendios sufragan los sufridos contribuyentes segovianos.

Muy diferente es el tratamiento de la propiedad intelectual en otros ayuntamientos, como el de la localidad balear de Alaior, donde su Consistorio adquiere los derechos de explotación pública y de reproducción de una obra para crear un galardón institucional, “con lo que quedará facultado para utilizar y comercializar la imagen de la obra sin coste de uso de derechos para la institución.(…) En todo caso, nadie podrá comercializar la obra premiada sin autorización del Ayuntamiento”. Algunas comparaciones son endiabladamente odiosas.