Vecinos registran ante el Ayuntamiento 60 firmas para que arreglen el “estado lamentable” de la Calle de Radio Segovia

“Sra. alcaldesa presidenta del Excmo. Ayuntamiento de Segovia y demás miembros de la Corporación municipal.

Con respeto nos dirigimos a nuestros gobernantes municipales para que “entre tanto
trajín” dediquen una mirada de soslayo (siguiendo con la mirada una línea oblicua y no de forma directa, normalmente con la intención de no ser sorprendido en la acción) hacia la mal llamada Calle de Radio Segovia, antigua Travesía del Mal Consejo.

En la antigua Travesía del Mal Consejo viven exactamente cuatro familias (porcentaje exiguo comparado con el total de la ciudad, pero superpoblado y respetable para el conjunto del Casco Antiguo.

Pues bien, son muchos los intentos de acercamiento hacia el Área de Urbanismo para plantear el problema. El problema es que se hicieron de buena voluntad pero sin constancia escrita. Hoy cambiamos la tendencia. En una entrevista en la que se planteó a los técnicos el estado lamentable de la calle se nos contestó : !Ufff, arreglar esa calle (70 m.) cuesta más de 80.000 euros. Tuberías nuevas, desagües, etc.

Nuestra pregunta es: ¿Es que el Excmo. Ayuntamiento no conserva los planos de las obras que ejecuta? Creemos recordar que los desagües se cambiaron hace unos años y las acometidas de agua limpia están para poder elegir: Por la propia calle o por el talud (tubería costeada por los vecinos).

Acompañamos reportaje fotográfico del estado de la calle.

Los guijarros empleados son completamente inadecuados para esa técnica. Ni son planos, ni estrechos, ni susceptibles de poder ser clavados de canto y luego arropados por el cemento. No señor, son cantos rodados casi esféricos, convexos en cualquier caso y por eso, con la mínima presión, se desprenden del conjunto de cemento que teóricamente los envolvía.

El estado actual de la calle impide que cualquier vecino de los residentes en la travesía y, especialmente de los transeúntes de los bloques del Taray que por ella circulan a diario puedan hacerlo con la mínima facilidad.

El problema se agrava para cualquiera que pretenda desplazar el carro de la compra, el cochecito de un bebé, caminar con muletas o simplemente a pie en compañía de sus achaques.

Añádasele a todo lo anterior el peligro que conlleva cruzarse con un coche de los numerosos que utilizan su garaje al fondo de la calle y que proyectan con sus ruedas los guijarros a tal velocidad que son capaces de quebrarle una pierna al Lucerp del Alba si se descuida. Y que conste que hasta ahora hemos tenido mucha suerte, pero las probabilidades son directamente proporcionales al empeoramiento de la calle.

Hasta aquí la descripción del estado de la cuestión. A partir de ahora, la solución:

¿Sería factible recoger la arena y tierra suelta entre las piedras, “parchar” las zonas descarnadas con  guijarros idóneos y reforzar todo el firme con una capa generosa de hormigón de grano fino emulando el arreglo de de la calle Puerta de Santiago que desciende hacia el Paseo de Santo Domingo de Guzmán? Con ese arreglo “digno” nos conformaríamos y más vale tarde que nunca.

Por todo lo descrito, sugerimos a quien corresponda que trate de “lavar la cara a la calle” sin grandes desembolsos para convertirla en transitable.

Que todos los que intentan conseguir una ciudad más habitable os lo agradezcan si lo lleváis a cabo, y si no, que os lo sigan demandando.

¡TU AYUNTAMIENTO AL SERVICIO DE LOS CIUDADANOS!"