Este viernes, 7 de septiembre de 2018, Segovia se despertará rejuvenecida. Tras mirarse en el espejo de la historia, habrá recuperado siquiera simbólicamente la Puerta de San Martín, la más importante de las cinco que daban acceso a la parte vieja de la ciudad. Sita en la Calle Real, entre la Casa de los Picos y el Teatro Cervantes de un lado y la Casa Azul de otro, fue amputada en 1883, supuestamente para favorecer su entrada en la modernidad.
Este viernes, 7 de septiembre de 2018, en el marco del Hay Festival, el artista Juan Garaizabal suspenderá en el vacío que dejó la Puerta de San Martín una escultura de acero inoxidable de 90 kilos de peso con la intención de honrar la memoria de este espacio emblemático, doble arco donde las autoridades segovianas recibían a los reyes ofreciéndoles, en bandeja de plata, las llaves de la ciudad. Por esta misma puerta pasaron los Reyes Católicos para firmar la llamada ‘Concordia de Segovia’, el 15 de enero de 1475.
La obra no consiste en reconstruir sillar a sillar el monumento, sino evocarlo, con apenas unas pinceladas en el aire, que dibujan parte de la curva del arco y un fragmento de la estructura de la muralla que fue. Eso sí, en el lugar exacto que ocuparon el arco y ventana interiores de la Puerta de San Martín. Aunque el concepto es potente, su materialización es sutil, casi como una caricia a la ciudad, con el mirador de la Mujer Muerta en el horizonte.
La escultura está proyectada en acero inoxidable de máxima calidad y resistencia al exterior y elaborada en el taller del artista, conocido por manufacturar piezas monumentales que han superado con éxito condiciones extremas. En el caso de Segovia, se ha tenido muy en cuenta la velocidad del viento.
Sujetan las estructuras cuatro cables de acero. La Memoria de Actuación de la obra aporta un detalle aclaratorio fundamental: Los taladros se han efectuado en la zona de revoco, donde además no hay esgrafiado. Nunca en la zona de granito. Las alturas son de 5 metros para el cable bajo y 7 metros para el cable alto. Cuando se retire la pieza, los cuatro taladros quedarán repuestos a su estado original, emplastecidos y pintados en superficie. La parte más baja de la escultura quedará pues a 5 metros de altura sobre el suelo de la Calle Real, para permitir todo tipo de tráfico rodado, incluido el de emergencias.
La obra integra distintas disciplinas: La escultura, la arquitectura, la ingeniería, la fotografía, la historia…
“Con el proyecto de Garaizabal pretendemos recuperar con escultura un elemento arquitectónico cuya energía permanece en ese exacto lugar de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad”, reza la Memoria de Actuación de esta obra de arte, que efectivamente integra distintas disciplinas, como la escultura y la arquitectura, pero también la ingeniería, la fotografía y, cómo no, la historia. Como ha dejado escrito el propio artista: “Para aproximarse a mi trabajo no hay que ser erudito. Eso sí, el contacto con él genera un fuerte deseo de saquear las bibliotecas y archivos”.
El trabajo de este artista conceptual gira en torno a la ausencia de elementos que en su día fueron extraordinarios y que él considera que por esa razón nunca llegan a desaparecer realmente. Como escultor, trata de generar el máximo de valor y emoción con el mínimo material. Su lenguaje, muy identificativo, se caracteriza por dibujar en el aire con trazos metálicos. Sobre esa base lleva a cabo una investigación en la mezcla de luz, con volúmenes de acero, hormigón, madera, ladrillo… en sus talleres de Berlín, Miami y Madrid.
Félix Ortiz: “Queremos recuperar, para la memoria de todos, lo que fue la Puerta de San Martín”
Esta obra se enmarca en las ‘Memorias Urbanas’ del artista, que han llenado de significado la ausencia de espacios emblemáticos de medio mundo, desde la iglesia Bohemia de Belén en Berlín, hasta el Balcón desde donde se asoman para mirarse La Habana y Miami, pasando por el Palacio de las Tullerías en París o la Catedral de Málaga.
De hecho, la idea de que la Puerta de San Martín de Segovia formara parte de esta serie se le ocurrió al coleccionista segoviano y colaborador del Hay Festival, Félix Ortiz, cuando se enteró del proyecto del artista de completar la torre que falta en la Catedral de Málaga, apodada por este motivo como ‘La Manquita’.
“Queremos recuperar, para la memoria de todos, lo que fue la Puerta de San Martín”, explica Félix Ortiz. “Lo que queremos es transmitir la importancia de tienen los elementos históricos y que forman parte de una ciudad. Y eso siempre queda en el colectivo de la ciudad, en la memoria de la ciudad. No hace tanto de esto. Hace cien años que se derribaron estas dos puertas, la de San Juan y la de San Martín. Las derribó el arquitecto Odriozola, por motivos de la modernidad. Creo que fue una equivocación. Ya los Amigos del País de aquella época protestaron por el derribo de esta puerta. Yo creo que esto es muy importante para que los segovianos nos demos cuenta de la importancia que tiene nuestro patrimonio artístico”, añade.
Está previsto que la escultura temporal permanezca expuesta en su espacio original, la Calle Real, durante dos meses, del 10 de septiembre al 10 de noviembre. Otros retazos de ausencias históricas se podrán contemplar durante el Hay Festival en la Huerta de Marqués de Villena, a orillas del Eresma, cuyas puertas abre Félix Ortiz cada otoño, para el goce de los sentidos.
En el Año Europeo del Patrimonio Cultural, Segovia, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, demuestra una vez más que la presencia de su memoria es un impulso para seguir protagonizando el presente y trazar, a través de la Cultura, el mejor futuro.
Juan Jara Albarrán | Martes, 14 de Febrero de 2023 a las 23:18:46 horas
Si por mi fuera, construiría de nuevo las dos puertas: la de San Martín, y la de San Juan. La parte antigua de Segovia quedaría cerrada totalmente. Una maravilla.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder