Tras las informaciones publicadas por Acueducto2 y El Adelantado de Segovia, en las que la conductora del autobús accidentado el pasado 14 de agosto ofrece su versión sobre los hechos y señala que existe una caza de brujas contra ella, Clara Luquero ha preferido no contestar y esperar a que concluya la investigación.
Clara Luquero prefiere no hablar. Insiste en que la investigación policial sobre el accidente ocurrido con un autobús municipal el pasado 14 de agosto aún no ha finalizado y, a pesar de las recientes publicaciones de Acueducto2 y El Adelantado de Segovia, en las que se muestra el parte informativo con el que la conductora comenzó su jornada laboral y en las que la propia conductora reconoce estar indignada por las declaraciones realizadas desde el Ayuntamiento, la empresa y ASETRA, apuntando en todo momento al fallo humano como único culpable del suceso, la alcaldesa afirmaba esta mañana poder "comprender que la conductora afectada está pasando un mal momento", pero insistía en no querer hablar hasta que finalice la investigación.
"La investigación sigue su curso y diremos lo que tengamos que decir cuando llegue su conclusión", declaraba Luquero, evitando así hablar de la versión de la conductora. Ésta, según han revelado los citados medios, confirma lo publicado inmediatamente después del accidente por SegoviaDirecto, en cuya noticia se recogía que la conductora "podría haber detectado la alerta de uno de los pilotos del vehículo y haber bajado del mismo sin activar el freno manual, sólo el eléctrico. Mientras realizaba algunas comprobaciones con la empresa concesionaria al teléfono, la conexión eléctrica del vehículo habría fallado, desactivando el freno".
Según la versión ofrecida a Acueducto2, que amplía los detalles de la parada efectuada por la conductora antes de que el autobús comenzase a caer calle abajo, "durante todo su turno estuvo saltando un chivato informando de anomalías en la mecánica. Finalmente, y siguiendo los protocolos, llamó al mecánico de guardia, quien la instó a efectuar una parada y resetear desde un cuadro de mando exterior".
La conductora, además, denuncia a estos medios locales que la empresa concesionaria llegó a despedirla inmediatamente después del accidente y que ahora ha rebajado su contrato un mes menos de lo previsto en un principio. Por otro lado, denuncia también que la investigación no se puede llevar a cabo, ya que el autobús, además de volver a las cocheras tras el suceso de forma "irresponsable" con la luna rota, no habría sido precintado hasta 40 horas después de lo sucedido.
La calle San Juan, sin mayores medidas que las previstas
En otro orden de asuntos, preguntada por el estado de las obras de la calle San Juan y las medidas a tomar una vez que dé inicio el curso escolar, la alcaldesa se ha limitado a señalar que "van sobre lo previsto, pero ya sabíamos todos que eran cuatro meses sin posibilidad de circulación de vehículos". "De momento lo que hay es la previsión que se hizo cuando empezaron las obras", manifestaba.







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