El PP exige al equipo de Gobierno municipal que repare o sustituya el vehículo que presta servicio a la línea 9

El mal planteamiento y funcionamiento de la línea 9 de autobuses lleva siendo una de las principales críticas del Partido Popular durante el tiempo en el que se está prolongando la adjudicación del nuevo contrato de transporte público. Estas críticas se han visto acrecentadas en el último mes, después de que al dar comienzo las obras de la calle San Juan, la línea 9 haya sido la única que el gobierno municipal socialista ha dejado operativa para poder acceder al Casco Histórico. Ahora, los populares denuncian además que esta línea “no sólo no cubre las necesidades de los posibles usuarios, sino que se suman las malas condiciones del vehículo que presta servicio en esta línea”.

Los concejales populares aseguran haber comprobado que en este vehículo no funciona ni la rampa de acceso, ni el sistema de inclinación; es decir, los dos mecanismos que permiten acceder con normalidad al autobús, lo que está motivando las quejas de quienes lo utilizan.

“Si ya era difícil que los ciudadanos utilizaran esta línea por las propias condiciones de la misma, ahora lo es aún más, lo que deja todavía más incomunicados a los vecinos del Recinto Amurallado”, apuntan, argumentando también que las personas con movilidad reducida “no pueden ni plantearse subir en este autobús y para las personas mayores, con carritos de niños o con maletas, por ejemplo, en el caso de los turistas, es complicado”. Así, insisten, “es lógico, que la línea no funcione y si el gobierno socialista no hace algo, nunca va a funcionar”.

Para el principal grupo de la oposición, este hecho supone un síntoma más “de la dejadez y la falta de interés del Gobierno de Clara Luquero en hacer un seguimiento de un servicio público que lleva dos años prorrogado y en continuo deterioro”, además de una falta de previsión de medidas efectivas para dar solución a los problemas o los cambios generados por las obras de la calle San Juan.

Por estos motivos, piden a la alcaldesa que o bien tome, de manera urgente, las medidas oportunas para arreglar los mecanismos de accesibilidad o que proceda al cambio del autobús actual por otro vehículo “que esté en perfectas condiciones y pueda ser utilizado por cualquier persona”.

Para los populares no sirve la excusa de Clara Luquero “de que cualquier cambio supone una modificación en el contrato y eso se traduce en dinero”. Según el grupo municipal popular, el transporte es un servicio público de los más necesarios y utilizados por los vecinos "y no sólo debe prestarse en unas condiciones dignas, sino que tiene que poder ser accesible para todos".

La formación liderada por Raquel Fernández considera que, si hay dinero para el CAT, para el pago de sentencias en contra o para actos culturales en los que no se cuestiona el presupuesto, “también debería haberlo para cuidar un servicio público como es el transporte”. “Debería ser una prioridad; aunque a la vista de los hechos, está claro dónde tiene puestas sus prioridades el gobierno de Clara Luquero”, concluyen.