El conflicto laboral de la Policía Local pone en evidencia las carencias de la gestión del Gobierno Municipal

La sesión comenzó aparentemente plácida, si acaso ya con los ánimos conmovidos por el bellísimo texto leído por Claudia de Santos para conceder la Medalla de Oro de la ciudad al marionetista Francisco Peralta, del que resaltó su silencio humilde y fértil, dejando al personal sin palabras.

Y de ahí, al silencio ensordecedor del conflicto laboral de la Policía Municipal, que se hizo notar en el Pleno cuando, sobre las 10 de la mañana, medio centenar de policías locales abarrotaban la tribuna del Salón de Plenos con carteles que rezaban “Equiparación salarial ya”, “Respeto a la Policía Local” y “Reguera dimisión”. Pese a ser un puñado, no dieron una sola voz, lo que no evitó que la alcaldesa, Clara Luquero, visiblemente nerviosa junto a su concejal “pirómano” Alfonso Reguera les amenazara con verse obligada llamar a sus compañeros en servicio para que los desalojen. No hizo falta. Ordenadamente se marcharon hacia la Subdelegación del Gobierno, donde se concentraron para reivindicar la jubilación anticipada. “Pedimos respeto y mostramos respeto”, explicaba un agente. A su marcha, dejaron tras de sí una tensión sorda que siguió marcando el tiempo del Pleno y sus intermedios.  Durante el receso de media hora, el portavoz del PSOE Alfonso Reguera declaró en la Sala de la Chimenea que “no hay que pedir ningún tipo de perdón porque no ha habido ningún tipo de ofensa”, después de que los agentes municipales le exigieran disculpas e incluso su dimisión.

Todo esto fue en una sesión muy larga, que se demoró hasta las cuatro de la tarde, en la que se puso de manifiesto que el padrón de la ciudad sigue adelgazando, hasta las 51.818 almas; y en la que se aprobó la Ordenanza municipal reguladora de carteles anunciadores con el voto en contra de Ciudadanos y la abstención del PP, entre otros asuntos. Mención aparte merece el capítulo de la dación de cuenta de la Gestión del Gobierno Municipal durante el año 2017. Lo que pretendía ser un cómodo paseo triunfal de la alcaldesa (ver discurso adjunto) se convirtió en un repaso de las carencias señaladas por parte de los distintos portavoces contra el Equipo de Gobierno socialista y su “cómplice” (Raquel Fernández ‘dixit’) Ciudadanos: El PEAHIS, los urbanos, los aparcamientos, las salidas de tono de Reguera, la prescripción de la sanción urbanística de Aragoneses, el CAT… Llegados a este punto, el portavoz de UPyD Centrados en Segovia, Cosme Aranguren, anunció que su grupo abandonará todas las mesas no ejecutivas del Ayuntamiento.

Precisamente el CAT protagonizó el último encontronazo entre el PP y Ciudadanos. Los populares propusieron una moción para la creación de una comisión de investigación sobre el polémico proyecto, que no salió adelante gracias a la abstención de C’s. Poco después, la formación naranja enviaba a los medios una nota de prensa con el siguiente título: “Ciudadanos reprocha a los conservadores que impidan investigar el CAT y Segovia 21”. En ella, decía literalmente: “La vieja política sigue escondiendo sus vergüenzas, por eso será Ciudadanos quien en 2019 se encargue de sacar a la luz las tropelías de PPSOE con sus macroproyectos” para finalizar afirmando que “desde Ciudadanos seguiremos haciendo política útil desde la responsabilidad, en este caso,  apoyando que se termine por fin el CIDE y se le dote de contenido que haga prosperar a Segovia”.