El Cabildo restaura la capilla de Los Cabrera, arreglando su Cristo gótico y reordenando su cromatismo

El Cabildo de la Catedral continúa en su empeño por recuperar el patrimonio cultural y artístico de la Iglesia en Segovia, y esta mañana su deán, José Antonio Velasco, acompañado del obispo de la Diócesis, César Franco, y de los restauradores Graciano Paciani y Paloma Sánchez, presentaba el aspecto renovado de la capilla de Los Cabrera.

Paciani y Sánchez han sido los responsables de llevar a cabo unos trabajos centrados en la reordenación cromática de la capilla, como explicaba la restauradora, que según el deán han necesitado un presupuesto de 48.206 euros. La capilla, que pertenece al claustro traído de la Catedral vieja, pero que contiene un sepulcro posterior del canónigo que lo promocionó, ha sido restaurada junto al Cristo que en ella se ubica, gracias a un trabajo que, como manifestaba Velasco, "ha sabido conservar todo el sabor de su esencia". El deán, además, destacaba que la presencia del Cristo hace que nada más entrar en el claustro, los ojos de quienes cruzan la puerta se fijen en su rostro gótico ya dormido.

En lo que respecta a los trabajos acometidos, tanto Sánchez como Paciani coincidían en señalar que "la capilla había sufrido bastante desgaste y distintos cambios de estilo", atribuibles a las distintas intervenciones a las que se ha visto sometida a lo largo de los años; la última, posiblemente y tal y como indicaban los restauradores, a finales del siglo XIX. Y no demasiado afortunada, ya que a los pocos años de su más que probable intervención, la capilla ya presentaba el aspecto deteriorado con el que se encontraron Graciano Paciani y Paloma Sánchez.
Precisamente Paciani explicaba que se ha intentado mantener la estética de la última decoración "porque volver atrás era prácticamente imposible" y destacaba cómo el principal problema era que se podían ver distintas capas de policromía. Así, para la parte de las escenas ha sido utilizada una pintura neutra, para quitar el blanco y en la parte de los nervios se han utilizado tonos similares al oro color acuarela. "Esto era importante; recomponer la línea de los nervios para darle continuidad", puntualizaba Paciani.

Por su parte, Paloma Sánchez reforzaba las palabras de Paciani afirmando que la capilla presentaba un "caos de color" y muchas lagunas de pérdidas de este color. La restauradora explicaba cómo, debido a la aparición de un verde esmeralda utilizado a partir de finales del siglo XIX se había podido constatar que la última intervención se habría realizado durante este periodo o a principios del siglo XX. En cuanto a lo que respecta al Cristo, Sánchez resumía que la talla del Cristo es de estilo gótico pero también había sufrido muchas intervenciones; entre risas, la restauradora comentaba cómo se le había llegado incluso a poner pelo y cómo, durante esta última intervención, se había optado por retallar la cabeza y retirar esos restos de pelo natural que aún quedaban y "dejarle calvo". "Hemos tratado de darle dignidad", expresaba Sánchez, quien añadía que, sin embargo, la madera sobre la que se apoya es más reciente.

Éste es uno más de los trabajos de restauración que el Cabildo tenía en mente y que se completarán próximamente con otros arreglos, como el aprobado del órgano de la Catedral. La restauración de la la capilla restante en el claustro, la de la capilla del Cristo del Consuelo, la de la capilla del Llanto sobre el Cristo Muerto o diversas pinturas, entre las que se encuentra la de Los Cuatro Evangelistas, son otros de los proyectos a los que el Cabildo Catedral quiere destinar sus fondos en el futuro, y para los que el obispo César Franco pedía "el apoyo económico de otras entidades, no únicamente de los visitantes que acuden a la Catedral".