Ana Morgade presentó una gala para homenajear al director de cine de 'Tigres de papel' o 'Qué hace una chica como tú en un sitio como éste', que contó con los testimonios de Carlos Reviriego, Esteban García, Miguel Ángel Furones, Rosa Montero y Antonio Resines.
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Decía ayer la escritora Rosa Montero en el homenaje que MUCES rindió al cineasta Fernando Colomo, que la primera vez que lo vio le pareció un gnomo. Un tipo muy gracioso. Lo de gnomo no se sabe, pero lo de gracioso sí quedó ayer patente desde el primer momento en el que, tras recoger el As de Segovia de manos de la alcaldesa, Clara Luquero, y en la última intervención de la noche, el homenajeado comenzó diciendo que al escenario no se había subido él, sino un señor que lo interpretaba.
Observador, curioso, voyeur, inquieto por lo que ocurría a su alrededor, como cualquier portero de hockey que espera el disparo inesperado, desde aquel momento en el que, después de que el padre Miguel le hiciese sentir curiosidad por el cine y crear un cineforum, puso a su amigo Esteban García a actuar en su primer corto a la manera de Antonioni, Fernando Colomo fue dejando a un lado el arquitecto que llevaba dentro -y en su título universitario-, y haciéndose con un lugar en la Historia del cine español. Así lo recordaban, afortunadamente en vida, que es cuando se deben hacer los homenajes, ayer sus amigos, mientras Fernando Colomo, desde su asiento de primera fila a la izquierda, lo seguía observando todo: la frescura de Morgade para presentar, la sabiduría de Reviriego para mencionar las virtudes de su cine, la nostalgia de Esteban García para recordar cómo su posición de portero de hockey patines, con los que llegó a ser campeón de España, "le dio fortaleza para tener iniciativas", la capacidad descriptiva de Rosa Montero, quien decía de él que "es como si hubiera escogido no destacar, caminar de puntillas sobre la vida, quedarse en una esquina a observar; ha querido parecer más pequeño de lo que es", o el humor y el cariño en los reproches de su mejor segunda opción, Antonio Resines.
"'Tigres de papel' fue muy importante; nos dimos cuenta de que se podía hacer cine de forma muy sencilla", afirmaba precisamente Resines antes de que Fernando Colomo, con su aspecto de gnomo y sus gafas redondas y amarillas, subiese al escenario para recoger su premio, contar varias anécdotas que hicieron reír a caracajadas a los presentes, y devolver las palabras de cariño a sus amigos, empezando siempre por un "conozco a... desde hace...".
El director de 'Isla bonita', película con la que fue nominado al Goya al Actor Revelación con 62 años -hecho que dio para momentos de guasa en el homenaje de ayer-, certificó las palabras de Billy Wilder que Reviriego le había dedicado minutos antes: que "uno es tan bueno como lo mejor que haya hecho en su vida". Y Colomo tiene para apuntar 'La línea del cielo', 'Al sur de Granada', 'Bajarse al moro' o 'El Efecto Mariposa' entre muchas otras; que MUCES le rindiese homenaje era cuestión de un aleteo.
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