Las mascotas más humanas

A menudo los perros llegan a mostrarse más humanos que las propias personas. Escuchan lo que prefieren, entienden lo que quieren y sienten las bienvenidas con alegría que éstas merecen y las pérdidas con los ojos tristes y el ánimo por los suelos. Hoy, alentados y ayudados por sus dueños, y en un paseo que se extendía desde la plaza de Santa Eulalia hasta la Casa de la Moneda, las mascotas de más de un centenar de personas se dejaban pasear más humanas que nunca; algunas con un pañuelo rosa, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, y otras portando la camiseta fucsia de la I Marcha Solidaria con Mascotas del barrio de Santa Eulalia, en la que se podía leer con claridad el destinatario benéfico de la caminata, la Asociación Española Contra el Cáncer en Segovia.

Boxers, Yorkshires, cockers, bulldogs, labradores, collies y otros sin raza determinada pero con determinación, han paseado sus patitas por toda la ciudad en un camino diferente al que dan habitualmente con sus dueños, y en el que algunos de éstos han quedado incluso sorprendidos por el buen comportamiento de sus canes. Ni un ladrido de más ni un episodio escatológico que lamentar debido a los nervios de una marcha junto a perros de todas las edades y alturas; los perros, las mascotas en general -ya que ha habido alguna que otra especie que ha intentado robar protagonismo a la canina- se han comportado más humanas que nunca, logrando que sus dueños abriesen la puerta de casa alrededor de las 10:00 horas, para terminar dos horas después con la lengua fuera, sí, pero con el instito animal de supervivencia un poquito más cerca de la palabra 'cáncer'.