El poder de convocatoria de un consejero suelto

La fiebre de los desayunos informativos en Madrid no respeta los lunes, ni siquiera uno como el de ayer, en el que la grey del PP, que suele nutrir estas convocatorias, estaba con la resaca del triunfal (para unos más que para otros) congreso del fin de semana.

Ayer amenizaba uno de esos desayunos madrileños el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, estrella invitada del Executive Forum España. No puede decirse que la concurrencia al evento desbordara las previsiones, ya que el número de asistentes cabían en un autobús, a lo sumo completado con otro microbús. Nada que ver con el desayuno que en otro foro similar protagonizó hace un año el alcalde de León, Antonio Silván, que obligó a habilitar un segundo salón en el hotel Ritz. Ocurría que a Silván le presentaba Juan Vicente Herrera y ello desbordó la expectación.

El desayuno del consejero de Fomento ni siquiera figuraba en las previsiones informativas de la Junta.Y al mismo no asistió más alto cargo de la comunidad que alguno de su propia consejería. No digo yo que Suárez Quiñones sea un verso suelto en el gobierno Herrera, pero es evidente que no pertenece al dócil rebaño que forman los apadrinados por De Santiago-Juárez.

Pese a la clamorosa ausencia de la Junta, el consejero estuvo arropado por un selecto ramillete de cargos públicos del PP, entre ellos dos ministros, Rafael Catalá e Isabel García Tejerina, y el flamante número tres del partido, Fernando Martínez Maillo. El titular de Justicia, que antes fue Secretario de Estado de Infraestructuras, se ocupó de presentar al conferenciante, que antes fue juez decano de León.

Además de Maillo y García Tejerina, ocuparon sitio en la mesa VIP el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y mano derecha de Soraya Sáez de Santamaría, José Luis Ayllón, el de la Seguridad Social, Tomás Burgos, el secretario primero del Senado, Luis Aznar, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, y los alcaldes de León y Valladolid. Para este último, el socialista Óscar Puente, la penitencia fue doble, ya que tuvo que pegarse un madrugón de cuidado para llegar a tiempo a la cita. Ni que decir tiene que la intervención de Suárez Quiñones, que versaba sobre las políticas de sostenibilidad, resultó un peñazo de aquí te espero. Pero eso tampoco es novedad en este tipo de foros.