Segovia expone su sensualidad, a partir de hoy, a los ojos de los pinceles de los pintores pensionados

Al delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Javier Escobar, la lengua le jugó una mala pasada ayer en la inauguración del tradicional Curso de Pintores Pensionados nada más comenzar su intervención; quiso decir "sexuagésima" y empezó diciendo "sensualge...", algo no del todo incierto, ya que cada año gracias a esta larga estancia del grupo de estudiantes en la ciudad, Segovia expone toda su sensualidad a ojos de sus pinceles, que la dibujan, como contaba el alcalde accidental Alfonso Reguera desde toda su "diversidad de tonalidades y puntos de vista".

Rafael Cantalejo, director de la Real Academia de San Quirce, que cada año organiza este Curso, daba la bienvenida ayer a los dieciséis pintores que forman la edición de este 2016, augurando una "experiencia vital muy importante", antes de que tanto López Escobar como Reguera, al igual que la diputada de Turismo, Magdalena Rodríguez, les anticipasen la estancia en un "sitio enormemente sorprendente", en palabras del concejal. Los pueblos rojos, los valles del Duratón, la tierra de Pinares, la gastronomía, la cultura y el turismo de la provincia eran algunos de los rincones que los invitados a la inauguración ponían en los oídos de los jóvenes pintores para que éstos los busquen durante estos días en sus miradas.

Además, el delegado territorial les pedía que fuesen ellos quienes ayudasen a los segovianos, "saturados de tanta belleza, a encontrar nuevas perspectivas"; "necesitamos que alguien como vosotros nos muestre esos rincones", solicitaba López Escobar en su intervención, quien sentenciaba, "Segovia es bonita desde lejos y desde cerca".

Muñoz de Pablos: "No pretendemos hacer nada nuevo, sino actualizar una serie de elementos que están aquí"
El académico de San Quirce, artista y según el coordinador del Curso, Juancho del Barrio, "alma del curso", Carlos Muñoz de Pablos, tampoco quiso ayer cerrar la puerta de la Academia sin cederles algunos consejos a los alumnos del Curso. Muñoz de Pablos les hizo saber que por este Curso "han pasado todos los artistas de la Historia de España" y les comunicó que lo que se pretende con el mismo "no es hacer nada nuevo, sino actualizar una serie de elementos que están aquí, en la Historia; queremos tener en cuenta la naturaleza".

El artista segoviano apreciaba que "a través de la tecnología nos estamos alejando, no vemos los sonidos, la luz, las sombras, los olores..." y pedía a los dieciséis jóvenes llevar a cabo durante estos días "un ejercicio de sensibilidad, de estilo". Antes de terminar sus palabras y dar paso al director del curso, Pedro Terrón Manrique, Muñoz de Pablos les pedía a los pintores que se levantasen y se presentasen uno a uno ante una audiencia que finalizaba las presentaciones con un gran aplauso; con toda seguridad, menor, que el que los dieciséis pintores pensionados se llevarán el día de la clausura del Curso.

"En sus caras y sus actitudes se ven las ganas de trabajar, pero también la inocencia y el miedo; si no somos niños, no hacemos algo nuevo", afirmaba para terminar Juancho del Barrio, quien dejaba a los dieciséis jóvenes con el reto por delante de pintar y sentir Segovia.