El cuarto encierro celebrado éste miércoles 3 de septiembre, dentro de las fiestas de Cuéllar se puede definir como un encierro complicado sobre todo en el campo, donde dos toros se han escapado, uno de ellos muy cerca del pueblo.
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La salida de los corrales ha sido rápida, limpia y sin incidentes. En la zona de paso por la carretera de Cantalejo es dónde la manada se ha disgregado y dos toros se han separado. Uno se ha quedado en la zona del río y no ha podido ser juntado nuevamente a la manada, por lo que minutos más tarde se ha anestesiado y trasladado dormido a la plaza.
El otro toro se ha podido juntar pero ha ido revuelto todo el camino separándose junto con otro toro al llegar al Embudo. Los caballistas han conseguido reunificar los cuatro toros mientras el quinto, más revuelto, se ha escapado dirección a la zona de chalets y de la gasolinera. Este toro se ha procedido a anestesiar cuando los agentes de la Guardia Civil y caballistas han conseguido mantenerlo tranquilo.
En el recorrido urbano se han vivido momentos de peligro ya que la manada iba separada y algún toro ha arremetido contra las talanqueras. Han entrado tres toros disgregados a lo largo de la mañana y el último ha tardado más porque cansado, se ha tumbado en el recorrido. Gracias a los pastores y corredores se ha podido levantar y conducir muy despacio a la plaza dónde ha entrado hacia las 10 y media de la mañana.
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