Desde que la Junta y las administraciones locales cerraron el grifo de las subvenciones encubiertas a los vuelos, la actividad de los cuatro aeropuertos de Castilla y León está en caída libre. Según los datos de AENA, en el primer semestre del año el número de viajeros ha descendido en una media del 36,6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El descenso más drástico lo ha registrado el de León, que ha perdido nada menos que el 59,6 por ciento, sumando en los seis primeros meses del año tan solo 10.899 viajeros. En el ranking negativo se sitúa a continuación el aeropuerto salmantino de Matacán, que, con una pérdida 46,5 por ciento, ha visto descender el número de pasajeros a 6.491. Por su parte, el aeropuerto vallisoletano de Villanubla ha perdido el 33 por ciento de viajeros, pasando de los 192.000 contabilizados en el primer semestre de 2012 a los 128.702 registrados en el mismo periodo de este año. Finalmente, el aeropuerto de Villafría (Burgos) ha perdido un 22,3 por ciento, sumando en el pasado semestre poco más de 8.000 viajeros.
Esta caída de la actividad aeroportuaria es muy superior a la registrada en el conjunto nacional, tanto en volumen de viajeros como en el número de operaciones. Frente a esa pérdida media del 36,6 de pasajeros registrado en Castilla y León, el descenso global en los aeropuertos españoles tan solo ha sido de un 5,9 por ciento. Y en cuanto a las operaciones, mientras en el conjunto de España se redujeron en un 10,6 por ciento, en los cuatro aeropuertos de la comunidad el descenso medio ha sido del 34,4 por ciento.
No me dirán si los datos no son como para hacérselo mirar…


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