Como manipular un dictamen del Consejo de Estado

Varios diarios de Castilla y León, unos de ámbito regional y otros de provincias, recogían ayer en sus páginas cierta información cuyo titular aseguraba que el Consejo de Estado había avalado el modelo de ordenación territorial promovido por la Junta, lo que viene a ser la Ley de Servicios, Gobierno y Ordenación del Territorio en tramitación en las Cortes Regionales.

¿Desde cuando -se preguntó “El topillo”- el Consejo de Estado dictamina los proyectos legislativos de las comunidades autónomas? ¿No es esa una competencia reservada al Consejo Consultivo de Castilla y León?

Pues bien, el Consejo de Estado no ha avalado ningún modelo de ordenación territorial de la Junta sencillamente porque no ha dictaminado ningún modelo de ordenación territorial de la Junta. Así de claro. Lo que ha dictaminado el alto órgano consultivo del Estado es el anteproyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, es decir, la polémica “reforma local” del ministro Montoro.

Colegir de ese dictamen que el Consejo de Estado avala la “ordenación territorial” de la Junta es algo más que arrimar el ascua a la sardina del gobierno de Juan Vicente Herrera. Y una cosa es querer regalar los oídos a la Junta -y en especial a su Portavoz y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez- y otra manipular la información de forma tan burda. Una manipulación digna de haber sido analizada en aquel curso de ética periodística que “impartía” Juanjo de la Iglesia en los gloriosos tiempos del “Caiga quien caiga” de Wyoming.

Quienes han perpetrado dicha información (?) bien sabían lo que hacían. La prueba es que horas después, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de ayer, el Portavoz de la Junta hizo suya esa misma interpretación, asegurando que el dictamen del Consejo de Estado “avala” el controvertido modelo de ordenación territorial promovido por él mismo. Pero una cosa es que el consejero haga esa interpretación interesada y otra que haya medios que se presten a ir por delante haciéndole el trabajo sucio. Es lo que tiene lo de depender de la chequera mediática que administra de forma tan discrecional como opaca el susodicho Portavoz de la Junta.

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