A partir de la "picaresca" frase de Picasso: "yo no busco, encuentro", el PROFESOR (así, con mayúsculas) Gonzalo Vivián propone unos de los seminarios y talleres más sugerentes de la II Escuela de Verano de Segovia en el Campus María Zambrano de la UVa. "El croquis de la idea" dibujará sonrisas en las caras de los alumnos y les descubrirá la alegría de crear.
"Pero Picasso buscaba -explica Gonzalo Vivián- la creación implica pensar, preguntarse, abrir la ventana y salir a jugar. No es una actitud seria ni abordada a través del peso, sino a través de las alas. La creación implica volar con algún sentido. Y ese vuelo produce alegrías". Como el cuento de Renato Peralta Chapell sobre el patito que pasó del "no nada nada" a no sólo nadar, sino también volar. "La experiencia es volar", sostiene Vivián.
Artista integral, pintor, arquitecto y profesor vocacional, ha ejercido su profesión durante 50 años impartiendo asignaturas como diseño, proyectos o Teoría de la Imagen. Ha llevado el arte a espacios urbanos insólitos, como supermercados, y ha convocado a los artistas a lugares de encuentro al aire libre. En Segovia, tomará el solar de la segunda parte del Campus y construirá sobre él una obra de arte llena de vida y color, para demostrar cómo una limitación se convierte en una potencialidad.
Sobre la idea de medio campo, Vivián como arquitecto dice que "las casas siempre se pueden ampliar. Para mi la ampliación va a implicar una voluntad de hacer crecer el espacio de la universidad. El medio campo habilita las dos estancias: Dos campos para transitar. Cuando uno disfruta una fruta, toma la mitad, media naranja, comparte. La palabra mitad tiene un valor".
"La mano no se mueve si uno no piensa"El taller de Gonzalo Vivián plantea un diálogo desde el surgimiento de la idea y concibe el diseño como un todo que se relaciona con la técnica del descubrimiento. Establece una correlación entre la cabeza y la mano. Aquí es cuando este profesor, que ha tenido 12.500 alumnos, recuerda cómo les decía "muevan la mano" y se percató de que a uno de ellos le faltaban las dos manos. Cuando le fue a pedir perdón, el alumno le dijo que podía pensar. "La mano no se mueve si uno no piensa", concluye. Lo cual no está reñido con la edad: "Ya acepté ser viejo. A mí se me ocurre todos los días pensar una cosa nueva".
¿Y cómo es la creatividad? "La creatividad es un acto de máxima conciencia, pero la creación está en cada uno de nosotros. El pensador creativo tiene la capacidad de divertirse, de disfrutar". ¿El croquis de la idea sirve para cualquier ámbito? "Para todos los ámbitos. La creatividad es el espíritu de la cosa, lo que no vemos". ¿Echa Gonzalo Vivián de menos algo más de creatividad en algún aspecto de la realidad? "En la relación humana, en la ida y vuelta de los amigos, de la mujer y del varón, que olvidan que pueden ser creativos". En este punto, el que ha sido Director General de Cultura de la Córdoba argentina y ha colaborado en distintos medios de comunicación: editoriales, de radio y televisión, habla de amigos que se relacionan distraídos con aparatos y de la incomunicación de la comunicación: "El móvil termina siendo inmóvil", plantea.
'El hombre idea'
"Una vez me denominaron 'hombre idea' y cargué con esa responsabilidad de aparecer como un iluminado. Y ellos esperaban que el maná cayera del cielo. Fui 'hombre idea' muchos años. Me divertí y sigo teniendo amigos, a pesar de haber tenido ideas", reconoce.
¿La crisis permite la creatividad? "Toda crisis promueve las ideas, porque hay que buscar la salida. ¿Hay ideas peligrosas o rechazables? "Intenté descubrir qué era la idea, y la idea era lo que uno considera ideal. Es una respuesta a una necesidad. Algunas responden a necesidades válidas y otras a inválidas, en el sentido de la muerte, o el destrozo o eliminar a alguien, eso no me interesa. Los dos boxeadores boxean pero no intentan terminarlo al otro. Toda idea implica un acto de creación y la creación es un acto relevante y noble.
¿Qué pesa más en la idea, la razón o la emoción? "Las dos, la razón es lo que mueve y lo razón lo que ordena. Uno trata de abrir la puerta e ir a jugar". Y jugando, jugando, Vivián cuenta la historia de su nieta de ocho años, que le presenta a su padre el poema: "cuando estoy triste me pongo a cantar y si sigo triste me pongo a bailar" y su padre le pregunta "¿y las matemáticas?". Con lo que ella saca el papel y le dice: "No te interesa la poesía". "La poesía es lo posible. 'Poiesis' es para mí la palabra provocante".
Las inscripciones están abiertas hasta este martes, 25 de junio.
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