Lo lleva claro el coordinador de la UPyD...

Corrían los primeros días de febrero cuando el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, en cumplimiento de un acuerdo de la dirección nacional del PP, dio a conocer sus declaraciones de la renta de una serie de ejercicios fiscales. No las colgó en la página web de la Junta ni en la del Partido Popular, como hicieron los presidentes de otras comunidades. Quien tuviera interés en conocerlas tenía que solicitarlo en las Cortes de Castilla y León y esperar su turno. Si era vecino de Ponferrada, Miranda de Ebro, Agreda o Arenas de San Pedro, peor para él.

El alarde de transparencia de los consejeros de la Junta y de los procuradores de las Cortes ni siquiera llegó a tanto. Se limitaron a cumplimentar un extracto de declaración de bienes patrimoniales colgado en la pagina web de las Cortes, en el que no constan por ningún sitio sus ingresos y retribuciones. De las declaraciones de la renta, nasti de plasti. Solo el procurador de IU, José María González, colgó la suya en la web de su formación política. Del resto nunca se ha sabido. Se anunció que, siguiendo la estela de Herrera, se establecería un protocolo para poner a disposición las declaraciones de IRPF de todos los procuradores, pero han transcurrido mas de cuatro meses y si te he visto no me acuerdo.

En estas estábamos cuando ha irrumpido en escena la Unión, Progreso y Democracia (UPyD), cuyo coordinador territorial en funciones, Rafael Delgado, ha solicitado por escrito de la Mesa de las Cortes información sobre los ingresos percibidos por los 84 procuradores durante los ejercicios 2010, 2011 y 2012, incluyendo todos los conceptos, que no son pocos: salarios, gastos de locomoción, dietas, retribuciones en especie y cualquier otro abono con cargo al presupuesto de la institución parlamentaria. Casi nada ha pedido don Rafael.

Vista la voluntad de transparencia hasta ahora demostrada, me da la impresión de que el dirigente de la UPyD tendrá que esperar a ser procurador para conocer parte de la información que solicita (otra parte no la conocerá ni siendo procurador, como no sea que su partido gane con mayoría absoluta). Y menos mal que no se le ha ocurrido interesarse por las subvenciones que cobran los grupos parlamentarios y a qué las dedican, lo cual sería tanto como pretender conocer las cuentas del Centro Nacional de Inteligencia. No se imagina don Rafael la cantidad de arcanos que guarda el “mausoleo” bajo su cubo de alabastro. ¡A él se los van a contar…!

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