Injerencias políticas en el MUSAC

Cuando sigue latente el conflicto en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, a causa del cual dimitió en abril su director, José Gabriel López Antuñano, a la Junta le ha estallado otra crisis en otro de sus iconos culturales, el Museo de Arte Contemporáneo, mas conocido como el MUSAC de León.

Si los recortes presupuestarios están en el origen del conflicto de dicha Escuela, dependiente de una Fundación controlada por la consejería de Educación, la crisis en el MUSAC, dependiente de la Fundación Siglo (consejería de Cultura), no está motivada tanto por problemas presupuestarios como por las injerencias políticas en su gestión. Así se desprende claramente de la carta de dimisión de su hasta ahora directora, Eva González-Sancho, quién ha renunciado al cargo tan solo tres meses después de ser nombrada directora del Museo.

A tenor de dicha carta, dirigida a la consejera Alicia García, para González- Sancho ese tiempo ha sido suficiente para constatar la falta de autonomía y las intromisiones de carácter político en su labor por parte de los responsables de la Fundación Siglo. La efímera directora renuncia tras comprobar que, en lugar de contar con apoyo a sus propuestas, ha sufrido “la imposición de decisiones tanto de carácter artístico como administrativo” que no comparte.

“Es la primera vez en mi larga trayectoria profesional que me encuentro con unas condiciones, tanto en el plano artístico como en el de gestión, que me impiden desarrollar el proyecto para el que se me contrató”, ha explicado González Sancho, cuyo nombramiento se produjo a primeros de marzo tras un proceso abierto de selección al que se presentaron 28 aspirantes. Previsiblemente alguno de los otros 27 será el nuevo director. Impuesto el principio de quien paga manda, el elegido ya sabe lo que le espera si quiere mantenerse en el cargo: Tragar con lo que le echen desde la Fundación Siglo. 

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