Postigo: "Por favor, quédese, señor Arahuetes"

El lío procede precisamente del Pleno anterior, cuando el equipo de Jesús Postigo defendió la reforma local propuesta por el Gobierno de Rajoy y se negó a pedir su retirada. Como quiera que el propio presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Juan Vicente Herrera, ha puesto peros a la reforma, el grupo municipal popular de Segovia, que se ha manifestado más cercano a la visión de Herrera que a la de Montoro, ha querido traer a este Pleno sus alegaciones, en la línea de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León (FRMyP).

Como suele suceder en la Corporación Municipal, el mismo asunto ha sido tratado  en dos puntos diferentes. En el primero, el PP ha votado por dos veces, dada la abstención de IU, contra las alegaciones adoptadas por la Junta de Gobierno Local. Tras la votación, que ha salido adelante gracias al voto de calidad del alcalde, Arahuetes ha aclarado que "ustedes han votado en contra de las alegaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Son textuales".


"Yo dejo de ser alcalde y usted deja de ser portavoz"


A continuación, le ha lanzado un órdago a Postigo. "Podemos hacer una apuesta: Si usted dice que no y lo mantiene, yo dejo de ser alcalde y usted deja de ser portavoz". A lo que el portavoz popular se ha aprestado a responder: "No es necesario, señor alcalde".

Pues bien, catorce puntos después, en el turno de las mociones del PP, Postigo proponía la adhesión del Ayuntamiento de Segovia a las alegaciones presentadas por la FEMP al anteproyecto de ley para la racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. El portavoz municipal popular comenzaba así: "Es coherente actuar de una forma ordenada… Es bueno trabajar de forma coherente…". Luego, en una ambigua entrada al juego, Postigo ha recordado el órdago de Arahuetes y ha aceptado el reto: "La FEMP no ha presentado alegaciones. Lo decidirá el martes de la semana que viene". Entonces, crecido, ha perdonado la jugada: "Le eximo de hacer a lo que se había comprometido", ha ofrecido. "Por favor, quédese, señor Arahuetes", ha añadido.

Cuando ha tomado la palabra, Arahuetes ha mostrado a los presentes los 91 folios de alegaciones de la FEMP. Le ha recriminado que "si ha admitido el órdago, si usted fuera coherente, se tenía que ir". Aunque luego ha pensado en voz alta: "Si el que no quiere que deje de ser portavoz soy yo. ¿Para qué vamos a buscar a otro que nos lo ponga más difícil…?. Para terminar esta jugada, que el PP tenía perdida de antemano, el diestro Arahuetes le ha desvelado: "Yo tenía 31 y era mano. Y usted tenía 32 y era postre".