El Camino de la Lengua, víctima del "austericidio"

La excusa de la austeridad sirve para todo, incluso para cargarse instituciones creadas para impulsar objetivos declarados prioritarios, como es la promoción del castellano y su puesta en valor como recurso turístico y cultural. Ese era el fin con el que nació en el año 2000 la Fundación “Camino de la Lengua Castellana”, una iniciativa conjunta de La Rioja, Castilla y León y Madrid con participación del Ministerio de Cultura.

Su Patronato ha decidido disolver esa fundación, en la que Castilla y León estaba representada por la Consejería de Cultura, los ayuntamientos de Ávila, Salamanca y Valladolid, así como por la Diputación vallisoletana. Con ello se dejará de promocionar la ruta del castellano que partía de San Millán de la Cogolla y finalizaba en Alcalá de Henares con hitos en Santo Domingo de Silos, Valladolid, Salamanca y Ávila.

Se dirá que todos los patronos castellano-leoneses del Camino de la Lengua forman parte a su vez del Instituto de la Lengua, con sede en Burgos, que, pese a haber sufrido serios recortes, no parece tener amenazada su continuidad. Pero la desaparición de la fundación compartida con la Rioja y Madrid se da de bruces con el articulo 4 del Estatuto de Castilla y León, que incluye el castellano entre los valores esenciales que “serán objeto de especial protección y apoyo, para lo que se fomentará la creación de entidades que atiendan a dicho fin”. O sea, justo lo contrario de lo que acaba de ocurrir.

Salvo en La Rioja, donde tenía su secretaría general, el acuerdo de disolver la Fundación no ha tenido el menor eco informativo y no ha suscitado reacción alguna entre las principales fuerzas políticas. Únicamente el Partido Castellano (PCAS) ha lamentado la desaparición de una institución “encargada de dar a conocer el patrimonio más importante de Castilla, su lengua, que es hablada por 450 millones de personas y es la segunda mas estudiada, tras el inglés”.

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