Presentamos a continuación la segunda de las crónicas que la segoviana Cristina de Lucas ha escrito para los lectores de 'Zoquejo.com' sobre el Festival Flamenco de Londres.
Presentado como uno de los espectáculos estrella del Festival, Poeta en Nueva York de Rafael Amargo ha defraudado todas las expectativas. Quienes llevábamos años sin verle actuar esperábamos a un artista en estado de brillante madurez pero con decepción hemos
contemplado un bailaor en un momento artístico de verdadero declive. La reposición de su
celebrado Poeta en Nueva York no ha resultado para nada acertada. El que en su día fue un
espectáculo apreciable, innovador y coherente ahora se ha presentado como una sucesión sin sentido de imágenes, poemas y bailes que da la impresión de ser una mera improvisación.
Imaginamos que la confusión habrá sido aún mayor para el público londinense, a quien
desconsideradamente no se ha ofrecido una traducción de los pretendidamente unificadores
poemas de Lorca, recitados a lo largo del espectáculo por el propio Amargo, Marisa Paredes y Cayetana Guillén Cuervo entre otros. A la triste falta de unidad de la coreografía se une el
bochornoso espectáculo de un artista excesivamente pagado de sí mismo, que busca el
aplauso desde el mismo momento en que pone su pie sobre el escenario pese a sólo ser capaz de ofrecer a cambio una interpretación lamentablemente mediocre. Su taconeo se ha
convertido en pesado y sucio, su presencia ya no es autoritaria, y la jovialidad y energía que
deberían surgir naturalmente de su baile se imponen al espectador de una manera tan
impostada y artificiosa que en lugar de causar alegre contagio producen incrédulo
distanciamiento. Decepción, por tanto, absoluta que confiamos sea producto de un bache
pasajero del que Amargo remonte con renovado impulso artístico.
![[swf object]](images/blank.gif)
La nota de mayor calidad del Festival la ha puesto Fuenteovejuna, presentado por la compañÌa de Antonio Gades. Afortunadamente, el trabajo retiene todavía mucha de la admirable factura con que su creador le dotó hace ya dieciocho años. Basada en la obra de Lope de Vega del mismo nombre, el trabajo incluye muestras de la variedad folklórica española, confiriendo a la obra de un interés y deleite adicionales para el aficionado que es consciente del carácter absolutamente excepcional que actualmente posee una obra semejante. El abrumador dominio del flamenco sobre los escenarios ha convertido a esta pieza heterogénea en una verdadera joya del repertorio. Resulta paradójico que pese a sus años y a su eclecticismo contra corriente sea todo un soplo de aire fresco en el panorama de la danza española. La actuación ofrecida en Londres mantiene la energía, el espíritu y el estilo de su creador. Resulta intensa, amena y emocionante. La calidad técnica resulta también respetable, pero desgraciadamente no en todos los miembros del elenco. Ese es quizá el único defecto del espectáculo. No todos los bailarines y actores están a la altura de las circunstancias causando en el espectador el desasosiego de presenciar un espectáculo que sólo es casi perfecto. El defecto es puramente tÈcnico y afortunadamente la técnica puede mejorarse a base de trabajo, por lo que deseamos que una compañía que ha conseguido lo más difÌcil (mantener vivo el estilo de su fundador), alcance también pronto la precisión técnica que el propio Gades convirtió en su seña de identidad. El futuro de la compañía es esperanzador. La apuesta por mantenerla viva tras la muerte de Gades se ha revelado como todo un acierto.






Rita86 | Miércoles, 29 de Febrero de 2012 a las 18:48:12 horas
Que facil es ver los toros en la barrera y no estar ahí doña Cristina...Donde un grupo de muchísima gente junto con el director, Rafael Amargo se esfurzan y dan su vida por todo esto, para que venga un persona a la que no le importa ni mas mínimo el trabajo de todo este equipo y lo tire por la borda con cuatro palabras mal intencionadas.
Es muy fácil criticar, de echo el mundo actual está lleno de personas que solo inetntan sacar la mierda a los demas.
Yo estuve allí y no vi en absoluto al público descontento ni mucho menos le vi mas bien entregado.
Y el publico doña Cristina es el que manda no usted, asi que un poco mas de respeto a un gran genio de la danza, a una gran obra y a un gran grupo de profesionles.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder