"Estamos de celebración; celebrar es un tiempo de alegría, donde se juntan amigos y personas que quieren dar valor a lo que celebramos. Por eso os damos las gracias a todos y todas por acompañarnos.
Hoy celebramos el Día del Pueblo Gitano. Ya son 40 años que cumplimos juntos, como pueblo gitano orgulloso de serlo y de mostrarlo en público. Cuarenta años unidos por una misma bandera, cuyos colores el azul del cielo y el verde de los campos representan la vida que llevaron nuestros abuelos, viajando de una ciudad a otra, con la casa a cuestas.
Pero son muchos más los años que llevamos los gitanos recorriendo Europa, más de cinco siglos. Mucho tiempo como para que se nos considere “de fuera”.
Aún hoy muchos gitanos siguen buscándose la vida lejos de sus hogares, como los gitanos búlgaros y rumanos. Que, a pesar de ser ciudadanos europeos, siguen sufriendo el rechazo, la persecución y expulsión de territorio comunitario. Son el reflejo de lo que hemos vivido durante demasiado tiempo.
Pero hoy, los gitanos en España, en Segovia, tenemos otra realidad. Lejos quedó la vida nómada, y ahora sabemos donde está nuestro hogar, nuestro puesto de trabajo, el colegio de nuestros hijos, nuestros vecinos... Somos parte de la ciudad, de su historia y de su día a día. Hemos nacido aquí, y aquí hemos tenido nuestros hijos, por lo que somos y nos sentimos segovianos.
Dicen que formamos parte de una “minoría étnica”; supongo que se refieren a que nuestra piel es más morena, y poco más. Quizás sí es más cierto que tenemos una cultura propia que nos hace distintos; porque le damos valor al presente, porque creemos y apoyamos a la familia, porque nos importan las personas mayores, porque nos expresamos con espontaneidad, o porque vivimos con alegría cada día.
Quizás esto es lo que debamos compartir con el resto de nuestros vecinos que se sorprenden porque visitamos a nuestros familiares enfermos, se extrañan de que nos juntemos para compartir la comida con los nuestros, olvidan que los ancianos son respeto, sabiduría y experiencia, y consumen días sin vivirlos, sin disfrutarlos.
Nuestro estilo de vida hoy es el mismo que el del resto de los ciudadanos. Nos levantamos a trabajar y a llevar a los niños al colegio, nos vestimos igual que cualquiera, tomamos las cañas en los mismos bares, y enseñamos a nuestros parientes de fuera los monumentos de la ciudad, con el mismo orgullo que cualquier otro segoviano. Por ello pedimos a quienes aún no nos ven como ciudadanos iguales que se esfuercen por hacerlo, porque sumando la ciudad crece, y porque todos tenemos algo que aportar.
Estamos junto al río, como antaño, donde los gitanos buscaban el descanso en el camino. Por eso el río es un símbolo de los gitanos, porque igual que sus aguas recorren el mundo, así nuestros antepasados recorrieron cada rincón. Hoy es un día de cumpleaños, y al lanzar las flores al río pediremos deseos para el pueblo gitano.
Deseos como que todos tengamos las mismas oportunidades, de ser iguales, de vivir lo mejor posible, o de que el futuro sea mejor. Algunos de los deseos de otros años, se han cumplido, como el tener un techo digno bajo el que vivir. Por ello damos las gracias a todos los que han apoyado la propuesta; a los políticos por “ponerse de acuerdo” y no dudar en el empeño, con el enorme esfuerzo económico y humano que sabemos que ha supuesto. A los ciudadanos les damos las gracias por entender que al acogernos entre ellos nos han dado la posibilidad de ser “iguales”, de aprender normas de convivencia y ciudadanía difíciles de poder aplicar antes, cuando vivíamos en el inframundo del chabolismo. Y por ello nos hemos de comprometer a devolverles confianza, respeto, entendimiento, ayuda y compromiso por vivir como un ciudadano más.
Pero también deseamos que se siga apoyando el tema de la vivienda, porque somos muchos los que vivimos “apelotonados” con nuestros familiares. El hacinamiento nos frena la apuesta por la integración, nos genera conflictos entre nosotros, y perjudica nuestra imagen. Por ello lanzo una flor al río, para que el año próximo podamos ver los cimientos de nuestras esperanzas.
Para que se cumplan los deseos también los gitanos podemos poner mucho de nuestra parte: Tenemos que animar a nuestros niños y jóvenes a aprovechar la educación, que es el camino de todos los ciudadanos para mejorar las oportunidades. Con educación habrá más y mejores empleos. Con educación tendremos autonomía y seremos iguales que los demás.
En estos tiempos tan difíciles para encontrar empleo, los gitanos y gitanas tenemos que entender que sólo formándonos profesionalmente encontraremos los deseados empleos. Porque nuestra realidad es muy dura, y no paramos de repetirnos ¿por qué no habremos estudiado antes?
Y un último deseo para las mujeres gitanas; como siempre se dice, “los tiempos han cambiado” y las mujeres tenemos un nuevo papel. Seguiremos siendo madres, esposas, cuidadoras y consejeras; pero tenemos también oportunidad de aprender, de tener estudios, de tener empleos, de conducir el coche, de disfrutar con las amigas y la familia, de hacer deporte, y de soñar.
Por eso agradecemos a los hombres gitanos el apoyo para demostrar lo que valemos, y el ánimo para que avancemos, porque tenemos mucho que aportar a nuestras familias y juntos tendremos un futuro mejor. Muchas gracias a todas y todos venir".
Sastipen Talí (salud y libertad)





Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.214