Fallece Jesús Mazariegos, una vida entregada al arte a toda pastilla

A pesar de los tambaleos de una enfermedad de la que se supo reír, Jesús Mazariegos no dejó en ningún momento de desplegar una intensísima actividad intelectual: Este mismo año, expuso en la Alhóndiga ‘Santos reciclados. Una Historia del Arte sin palabras’, un verdadero recorrido por el arte que se ha producido en la Historia a través de 6.000 imágenes perfectamente distribuidas por épocas y estilos, fruto del trabajo de coleccionismo que Mazariegos inició en sus años de docencia.

En el año 2012, sacó a la luz la muestra ‘Miradas’, retratos realizados por él mismo y Marisol Díaz Escaño, presidenta de la Asociación Parkinson  Nervión Ibaizabal ACAPK,  a sus compañeros de asociación, todos ellos afectados por el parkinson. A propósito de aquella exposición, Jesús Mazariegos declaró a ‘Zoquejo’, hoy ‘SegoviaDirecto.com’: "Mi vida con parkinson no es normal del todo, pero es más normal que la de muchos normales”. A Jesús Mazariegos le parecía fundamental reírse hasta de su sombra para asumir la enfermedad. Cuenta cómo una vez un grupo de parkinsonianos, al llegar a un hotel, se dijeron: "¿Habéis visto qué gente más rara hay aquí?".

Mazariegos era como sus cuadros: enérgico, alegre, optimista, lleno de vida, excesivo, interesante, bello. "Me duele la cara de ser tan guapo", se reía. Él era de los que prefiería tomar el máximo de medicación permitida, aunque ello le dificultara controlar sus impulsos. "Prefiero ir a los sitios, aunque me bloquee, aunque los taxistas me tomen por borracho", confesó. También conducía, incluso a toda pastilla. Este crítico de arte y ex profesor de la UNED reconocía que con el tiempo pintaba con menos detalle, pero se sentía más libre a la hora de escribir. Diagnosticado de parkinson se hizo la tesis doctoral de historia del arte.

"Intentamos ser felices, incluso con parkinson se puede"

Él explicaba así la necesidad de reflejar su trabajo sobre el parkinson: ”Dejar gráficamente visible que existimos y que estamos aquí, que no estamos inútiles del todo, que estamos vivos, que tenemos pasiones, sentimientos y tenemos nuestro arte también. Detrás de cada una de esos retratos hay una vida rota, más o menos, pero a pesar de todo nos aferramos a lo que podemos hacer e intentamos ser felices, incluso con parkinson se puede".

También en 2012, mostró su ‘Pintura dura’ en el Bar Santana. Si como crítico era reflexivo, como pintor se sorprendía pintando unos 'Impulsos' que no le daba la gana contener. Como él decía, su geometría orgánica reflejaba el temblor del tiempo. Consciente de que la vida es un laberinto, gustaba de explorar las posibilidades de los límites. Por eso pintaba sobre disquetes que le sujetaban, aunque no hiciera falta. También sobre los blisters de las medicinas que tomaba, "una manera de decir bajito lo que te pasa". Su pintura sería dura, pero la vida lo es más. No solo la suya: La de cualquiera.

Su intensa trayectoria artística desplegada durante décadas en Segovia fue reconocida el pasado mes de abril, cuando fue nombrado académico honorario de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce. Por su parte, el Foro Social de Segovia ha querido mostrar su admiración y reconocimiento a Jesús Mazariegos por su lucha y compromiso al frente de la Asociación Parkinson de Segovia  y por su espíritu solidario con todas las luchas e injusticias.