El artista segoviano Alberto Reguera ha protagonizado estos días una exposición individual en París, en la Galerie Olivier Nouvellet, que gira en torno al color amarillo. “Un pigmento que transmite luminosidad, pero que también la succiona”, según explica él mismo.
La exposición se titula ‘AUTOUR DU JAUNE’, -‘En torno al amarillo’- y muestra “catorce obras, desde 1999 hasta 2017, que tienen como denominador común la utilización del pigmento amarillo, y la preeminencia de este color en todas las vertientes de mi trabajo que presento, como son la fotografía, la pintura y los trabajos en tres dimensiones”. En ella, se suceden los amarillos titanatos, los pigmentos amarillos de cadmio, los de cromo, o los de Nápoles, entre otros.
El artista segoviano, que compartió stand en el último ARCO con Tàpies, Ràfols y Broto como exponentes de la pintura abstracta española desde los 60 hasta hoy, recuerda la importancia que los artistas clásicos dieron al amarillo: “Pensemos en Claudio de Lorena y en todos esos artistas que trabajaron los celajes amarillos, que desembocaban en luminosos y blancos azules. En todos los atardeceres y amaneceres que con los fondos amarillos se han pintado. Pero a mitad del siglo XIX le otorgan gran protagonismo. Algunos autores se dieron cuenta de la importancia de la luz a través de la percepción del color amarillo. Pensemos en los fondos de Caspar David Friedrich. Y la idea de Turner estaría muy presente en obras como ‘Espaces vers l’infinini’ (‘Espacios hacia el infinito’), donde la batallas que reflejaba Turner en sus cuadros, quedarían transformadas aquí en el reflejo de imaginados choques entre los elementos naturales: el contraste entre diferentes naturalezas abstractas”.
A la luz del prisma de Reguera, “estas obras son ventanas abstractas, a través de las cuales se zambulle nuestra mirada, descubriendo imaginados paisajes abstractos. A veces, estas ventanas se hinchan de materia, al superponerse varias capas de colores, hasta convertirse en un paisaje-objeto, o pintura-objeto, que viene hacia nosotros, interpelando al espectador, intentando generar una reacción, para que interactúe con su mirada. Estas obras, a veces tan tridimensionales, rompen la frontera entre la pintura y la escultura”.
La última vez que Reguera realizó una exposición individual en París fue a finales de 2015, en el Instituto Cervantes, donde también se combinaba fotografía y pintura y que llevó por título ‘Antípodas /Antipodes’.
Después de sus paisajes azules que ha expandido por medio mundo, Alberto Reguera vuelve a la carga profundizando en la naturaleza abstracta de un solo color. En este caso el amarillo. Ésta será la primera de una serie monocromática sobre este pigmento. “Nouvellet las planea así, lo que permite más dinamismo en la relación con el coleccionista. Y a mí realizar proyectos más específicos y con continuidad, con mayor libertad y sin ataduras de mercado. Gracias a Nouvellet estoy presente en colecciones como la Jacques Gairard, (‘l’émotion et la règle’), la de Cynorrhodon-Faldac, o la de Philippe Delaunay, entre otras”, reconoce el artista.
http://www.cercleoliviernouvellet.com/alberto-reguera-exposition-2018/
http://www.albertoreguera.com







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