Los planes de emergencia municipales deberán contemplar cuatro posibles escenarios con medidas que se pondrán en marcha relacionados con los dos últimos del anterior: alerta, emergencia 1 para la sequía severa, emergencia 2 para sequía grave y emergencia 3 para sequía extrema.
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La Confederación Hidrográfica del Duero acogió ayer por la tarde en su sede de Valladolid una reunión con representantes de los Ayuntamientos y las mancomunidades de más de 20.000 habitantes de esta demarcación, con el fin de coordinar medidas de ahorro de agua que han de estar recogidas en sus planes de emergencia ante la sequía y colaborar en la redacción de las mismas.
El encuentro, con presencia del presidente del organismo, Juan Ignacio Diego Ruiz, permitió orientar a los asistentes sobre el contenido de estos planes, con el fin de ordenar y homogeneizar las actuaciones que han de realizar los ayuntamientos que superan la citada población para lograr un uso acorde a periodos de escasez de recursos hídricos, en línea con el Plan Especial de Sequía de esta demarcación que saldrá a información pública próximamente.
En concreto, se informó de que deben incluir aspectos como la información sobre demandas y recursos, definir los estados de riesgo de escasez y fijar las medidas adecuadas a cada uno, determinar objetivos de reducción de consumos y refuerzo de disponibilidades y establecer responsabilidades en la toma de decisiones, además de actualizar toda la documentación.
Así, mientras que el Plan Especial de Sequía Prolongada incluye cuatro situaciones –normalidad, prealerta, alerta y emergencia-, los planes de emergencia municipales deberán contemplar cuatro posibles escenarios con medidas que se pondrán en marcha relacionados con los dos últimos del anterior: alerta, emergencia 1 para la sequía severa, emergencia 2 para sequía grave y emergencia 3 para sequía extrema.
Por otro, lado, se presta especial atención en su contenido a las infraestructuras operativas, como la captación, almacenamiento, transporte, tratamiento, depósitos y red de distribución, a las de apoyo, y también a las demandas concretas según si es uso doméstico, institucional, industrial, comercial, pérdidas o posibles emergencias.
Los planes contarán, así mismo, con información detallada de los recursos disponibles de manera ordinaria, complementaria, como reserva estratégica o de emergencia, precisando la fuente de procedencia, la autonomía de uso y la función asignada. De esta forma, al estudiar disponibilidad y demanda, será posible fijar los meses de atención del abastecimiento en los peores escenarios.
Tanto el Plan Hidrológico Nacional como el vigente de la Cuenca del Duero establecen que los municipios de más de 20.000 habitantes, como responsables del abastecimiento urbano, deben disponer de planes propios de emergencia en situaciones de sequía para lograr una gestión eficaz de los recursos.







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