"Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). Derechos, o más bien privilegios, destinados a toda la humanidad y, en ocasiones, aplicados únicamente a varones blancos siempre con dinero en el bolsillo.
Es privilegiada la mujer no maltratada por el hecho de serlo, que viste y se expresa con libertad, que trabaja dignamente; y que elige si casarse o ser soltera. Es privilegiado aquel que vive en un entorno libre de enfermedades. Privilegiado el que no tiene que emigrar de su país ni mucho menos ser rechazado en el país al que huye. Privilegiado el niño que llega de la ESCUELA a su CASA y encuentra su CAMA hecha y la COMIDA sobre el plato. Son privilegiados aunque no tendrían que serlo: no es un privilegio aquello que todo el mundo tiene; y los derechos no deberían ser privilegios, pero… decidme dónde están en estos ejemplos aplicados los derechos, porque yo no los veo.
¿Derecho a voto? Policías nacionales usando violencia en actos democráticos. ¿Derecho a la vida? Muertos en cientos de ataques terroristas. ¿Derecho a un juicio justo? Seguro que han oído la frase que decía “le condenaron por vestir de negro y escuchar Metallica”. ¿Derecho a trabajo? Tres millones y medio de parados solo en España.
¿Por qué nos atacamos unos a otros? ¿Tan primitivo es nuestro instinto que necesitamos matar para liderar, o forzar las relaciones sexuales?
Ochocientos millones de personas en el mundo pasando hambre. Consumismo masivo. Niños soldado y cientos de enfermedades sin cura. Cánones estéticos, mujeres maltratadas y niños suicidas. Personas de color encarceladas por robar alimento y políticos impunes habiendo robado millones del dinero que pertenece al pueblo. Me gustaría que mis hijos supieran idiomas o tecnología, que se estudiara el universo a fondo o que se descubrieran curas para tan graves enfermedades. Miles de millones gastados en publicidad política, guerras y cosas inútiles: dinero que podríamos invertir en educación, salud, investigación, ocio o cultura.
Si por mí fuera, escribiría todo en mayúsculas pero no creo que me esté permitido. La gente suele fijarse en las palabras en mayúscula, en las que están en negrita o en las que están en cursiva. Así que leedlo una segunda vez imaginando que todas las palabras están en mayúsculas y pensad que todo esto está pasando a vuestro alrededor: vuestra familia, vuestros vecinos, vuestros iguales. Poneos en la piel del otro.
La solución no está en cambiar los sistemas políticos, la cultura o las religiones. La solución es el cambio de la perspectiva de los humanos del siglo XXI".
Sara Pérez Piquero - IES Cauca Romana (Coca)





Abel Perez | Domingo, 10 de Diciembre de 2017 a las 22:31:08 horas
Muy bien very good sara
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