La comedia marca esta primera edición del curso en las celdas del centro cultural, donde entre los actores más destacados de estas microobras figuran Marta Valverde y Tonino Guitián.
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Algo bueno tiene que el verano llegue a su fin, y es el comienzo de un nuevo curso para el Microteatro, que ya se ha instalado en las celdas de La Cárcel como un habitual de su realidad cultural, y cuya programación siempre es celebrada por las decenas de personas que guardan cola para comprar unas entradas -porque casi siempre va en plural-. De nuevo, seis microobras aproximan al teatro y la escena a aficionados y escépticos, y entre las que tuvieron lugar ayer, que se repiten hoy entre las 19:00 y las 22:00 horas, destaca, por encima de todo, el contacto con la realidad.
En uno de sus discos, Tontxu cantaba "quiero tener contacto con la realidad, pero la realidad no me gusta, quiero tener contacto con la realidad, pero la realidad me asusta". Y así, en clave cómica de sí pero no, es como afrontan esas realidades los guiones de 'Los hijoimputados', con la interpretación de Marta Valverde y Tonino Guitián, o 'Suicide challenge'; desde el punto de vista clásico y desde la perspectiva millenial.
En concreto, ésta última hizo que saltasen las carcajadas en la celda tres, con dos jóvenes actores como Ana Hurtado y Eloi Costa que hicieron a muchos pensar en qué estamos convirtiendo o en qué se están convirtiendo las nuevas generaciones: personas con alma en forma de chip y contador, que de vez en cuando sueltan palabras estúpidas en inglés como 'like' o 'follower', en sustitución de otras tan sencillas de pronunciar como 'gustar' o 'seguidor', y a quienes únicamente parece preocupar la repercusión en redes sociales de sus actos, casi siempre carentes de toda moral. Pues eso, la realidad asusta, pero qué buen rato de 15 minutos te puede dar un guión como el de Benja de la Rosa focalizado desde el humor.
También la realidad y los instintos se suben al avión de 'Turbulencias', en la que los espectadores no deberán preocuparse si ven a Óscar Oliver sudando chorros de realidad y miedo; porque también lo que nos asusta nos hace de forma instintiva reír. Y para terminar, en las celdas de La Cárcel, como casi siempre, habrá tiempo también para el drama y el amor, que suelen ir de la mano en Microteatro, con 'Los amos del mundo', 'Always' y 'Amor en la extensión 86'. Otras tres obras para apostar por tener contacto con la realidad, por mucho que ésta nos genere incertidumbre y nos lleve a marcar el número del teléfono de la esperanza.
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