La capilla del Cristo Yacente de la Catedral restaura su aspecto y luce intensa para recibir a sus visitantes

Han pasado cinco meses desde que el equipo formado por las empresas Blanco Sánchez y Restaurograma dio inicio a unos trabajos de restauración de la capilla del Cristo Yacente de la Catedral, que hoy eran presentados a los medios de comunicación y que a partir de ya pueden ser apreciados por cuantos visitantes acudan al templo. Bajo una nueva iluminación, la capilla luce mejor sus retoques, que han abarcado la totalidad de sus 48 metros cuadrados de interior y sus aproximadamente 15 metros de alto.

"Es un esfuerzo y una inversión que no sólo repercute en el tiempo, también en la ciudadanía y en las empresas que son contratadas para llevarlos a cabo", afirmaba esta mañana el deán de la Catedral, José Antonio Velasco, quien más tarde anunciaba las próximas reformas que se llevarán a cabo en el templo. En cuanto a la capilla recién restaurada, cabe destacar los trabajos realizados en la estructura central de la bóveda, que había perdido la policromía en un 40% de su superficie, debido a la humedad, y la limpieza del dorado de los nervios, que se encontraba muy deteriorado, casi negro. "Se ha dado oro líquido por encima", resumía Graciano Panzieri, quien también explicaba que en la parte de la bóveda se habían llevado a cabo dos acciones; por un lado la de conservación y retoque con acuarela de lo que no se había perdido y por otra la de reproducción con témpera de las zonas perdidas, para las que se había calcado en papel vegetal el dibujo de las partes conservadas.

Además, los encargados de la restauración de la capilla se detenían en la intervención realizada sobre la reja y en los trabajos realizados en los lienzos del retablo, de los que informaba que posiblemente habían sido ya restaurados en alguna ocasión, pero que había sido imposible recabar documentación que lo certificase.

A la espera de la vidriera de Muñoz de Pablos
Emocionado con las novedades, el deán no ocultaba su ilusión por las siguientes reformas que se llevarán a cabo en distintos rincones de la Catedral, y así, afirmaba que la "mayor ilusión que tengo es, además de la habilitación del espacio que hay bajo el Claustro, que nunca se ha usado y que vamos a utilizar para la exposición de los mejores cuadros, la instalación de la nueva vidriera que está creando la empresa de Muñoz de Pablos sobre la escena del Juicio Final y que va a dar al enlosado". José Antonio Velasco reconocía no saber cuándo estará terminada, pero afirma que "va a ser la obra que va a quedar de estos tiempos, porque el resto son todo restauraciones".

Unas restauraciones que se dejarán sentir en todos los rincones de la Catedral y que, en su mayoría y a excepción de parte de la cubierta de la capilla del Santísimo que será financiada por la Junta, correrá a cargo de las arcas del Cabildo. Las simbólicas entradas que cada día pagan los turistas que visitan el templo, permitirán poner a punto las campanas, con nuevos yugos de madera que mejorarán el sonido (66.000 euros), la restauración del presbiterio de la capilla Mayor (100.000), la restauración de la capilla de los Cabrero (48.000), la restauración de los tapices y los ornamentos litúrgicos y la habilitación de la sala de la librería, el arreglo de la casulla del diácono y del subdiácono (225.000) y la habilitación del espacio bajo el Claustro, que pasará de los 300.000 euros de presupuesto.