La jugarreta de Ciudadanos a Podemos

Mientras sigue sin desbloquearse la comisión parlamentaria de investigación sobre la trama eólicas y pufos asociados (Perla Negra-terrenos de Portillo), la que acaba de aprobarse sobre las extintas Cajas de Ahorro llega envuelta en la polémica antes de constituirse. Podemos y Ciudadanos se han enzarzado en una gran bronca por cuenta de la presidencia de dicha comisión.

Que ambos grupos anden a la greña es lo habitual y no sería noticia si no fuera porque han compartido, junto al mixto, la iniciativa de crear esta comisión, que, al igual que las otras dos constituidas en lo que va de Legislatura, ha podido salido adelante al carecer el PP de la mayoría absoluta necesaria para vetarla.

Podemos, al que le bastaba el apoyo del grupo mixto para solicitar la comisión, aceptó compartir la iniciativa con Ciudadanos, que a su vez disponía del compromiso del PP de que la presidencia de cualquier nueva comisión de investigación recayera sobre uno de los grupos proponentes. A tal respecto, según la versión de Podemos, su portavoz, Pablo Fernández, y el de Ciudadanos, Luis Fuentes, alcanzaron un “pacto de caballeros” en virtud del cual un procurador del grupo morado presidiría la comisión.

Sin embargo, sin desmentir la existencia de ese “pacto de caballeros”, Fuentes se ha olvidado del mismo y se ha descolgado apelando al máximo consenso entre todos los grupos, lo que en la práctica conduce automáticamente a que la presidencia recaiga sobre un procurador naranja. Por razones obvias, ya que, puestos a elegir entre un candidato de Podemos y otro de Ciudadanos, el PP lógicamente se ha decantado por el segundo, con cuya connivencia viene gobernando desde las elecciones autonómicas de 2015.

Así las cosas, el procurador leonés Manuel Mitadiel tiene todas las papeletas para ser elegido presidente en la sesión constituyente de dicha comisión, en la que Podemos presentará la candidatura del propio Pablo Fernández, a fin de que todos los grupos se retraten en la votación. Ni que decir tiene el cabreo cósmico del portavoz de Podemos ante la jugarreta de Fuentes, a quién al parecer no conocía lo suficiente. Y no será porque no se le haya visto su doblez política en los dos años que llevamos de Legislatura.