Como preludio a la fiesta de los gabarreros que se vivirá en el municipio espinariego hasta el próximo día 12 de marzo, algunos de los profesionales del corte de troncos han realizado distintas exhibiciones en la avenida del Acueducto de Segovia.
El Espinar da inicio hoy a su fiesta de los gabarreros y, por segundo año consecutivo, lo ha hecho trasladando la tradición por unos momentos hasta la capital, donde sin pinar, pero bajo un atento bosque de ojos, los profesionales del corte de troncos han desarrollado varias exhibiciones en la avenida del Acueducto, que se han prolongado a lo largo de más de una hora.
![[Img #38804]](upload/img/periodico/img_38804.jpg)
A ritmo de tamboril y dulzaina, o de "trompeta rara", como denominaba al instrumento algún turista despistado, varios gabarreros han conquistado, ejerciendo su profesión y tradición, a cuantos pasaban por la antigua Fernández Ladreda o a aquellos a quienes la curiosidad por el conocimiento de las costumbres había citado allí a las 12:00 horas. Antes de proceder a los numerosos cortes sobre los troncos, otro profesional, esta vez de la palabra, Emilio López Laorga, recitaba de memoria algunos de los versos que irán incluidos en el disco 'Gabarrerías', grabado por el Nuevo Mester. El escritor daba por inaugurado el acto dando unas pequeñas indicaciones de cómo "antes de cantar los gallos y apagarse los luceros, despertaba El Espinar con el amanecer de los gabarreros".
Antes, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, daba la bienvenida a la capital a la tradición espinariega, señalando que "de aquello que nos dice quienes somos, tenemos que partir para saber donde vamos". Además, Luquero expresaba su creencia de que, para avanzar en el futuro, es necesario reconocer las tradiciones. Por su parte, su homóloga en el ayuntamiento de El Espinar, Alicia Palomo, invitaba a todos los segovianos a acercarse hasta cualquiera de los núcleos del municpio para disfrutar de la fiesta en todo su esplendor y para compartir con sus vecinos la seña de identidad que es la tradición gabarrera.
Acto seguido, vestidos con camisa de cuadros y hacha en mano, los gabarreros procedían a realizar diferentes cortes que culminaban con uno de ellos subido a un largo y alto tronco de pino que abría la boca de más de uno, por la espectacularidad de la acción y también por su inevitable peligrosidad.







Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.155