Nacido en Ceuta, ha pasado gran parte de su vida en Segovia, donde ahora se encuentra el estudio en el que da vida a unas obras llenas de color.
El pintor y escultor Carlos León ha recibido recientemente en su estudio de Torrecaballeros a la directora del Museo Esteban Vicente, Ana Doldán, y al presidente de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez, quienes han podido observar de cerca el trabajo del que será el próximo protagonista en las salas del Museo de Arte Contemporáneo.
La muestra de Carlos León, además, presentará algunas sorpresas, pues será la primera vez en la que el artista exponga fotografías y la primera también en la que utilizará cristal, gracias a diverso material que le ha sido donado desde la Real Fábrica de Cristales de la Granja.
Durante su visita, tanto Ana Doldán como Francisco Vázquez pudieron contemplar alguna de las obras que próximamente estarán en la exposición del Museo Esteban Vicente, como la serie dedicada a los doce meses del año.
De la bata de médico a la de pintor sin pasar por Bellas Artes
Premio de Artes Plásticas en la Categoría de Pintura por la Comunidad de Madrid 2014, este pintor abstracto, expuso en el Esteban Vicente en una colectiva en el año 2001, ‘La noche. Imágenes de la noche en el arte español 1981-2001’ y presentó también en la capilla del Museo en 2006 un libro titulado ‘De la tristeza del gimnasta en otoño’, pero será ésta la primera muestra que se le dedicará de forma monográfica a toda su pintura, la mayoría de sus cuadros inéditos, pues los ha confeccionado en los últimos tiempos.
Aunque nació en Ceuta, Carlos León vivió en Segovia entre los 3 y los 17 años, para posteriormente trasladarse a Valladolid, donde empezó a estudiar Medicina. Sin embargo, tras conocer a un grupo de artistas para pintar al aire libre, abandonó la bata blanca de Medicina por la de pintor. Así, se trasladó a París y de allí a Nueva York por primera vez en 1985, aunque volvería en 1995 gracias al apoyo de dos grandes coleccionistas, José Luis Castillejo y Marcos Martín, para quedarse hasta 2002, cuando regresaría de nuevo a Segovia. Tras unos años en Tizneros, se afincó en su actual taller, situado en la carretera en dirección a Torrecaballeros.
A pesar de no tener formación en Bellas Artes, Carlos León es uno de los pintores más influentes de los últimos tiempos. Mantiene una línea coherente y no se ha adscrito a ningún grupo artístico, contando con una amplísima producción de más de 1.600 obras.
Su pintura es una abstracción que recuerda a la naturaleza, con un colorido muy rico de rosas, rojos intensos o verdes, que a veces contrasta con la ausencia de color, para recrear el vacío. En sus inicios pintaba con pincel, e incluso con aerógrafo, para evitar cualquier tipo de contacto con la obra de arte, pero ahora se ha decantado por las manos. En cuanto a sus creaciones escultóricas, son de grandes dimensiones. Utiliza como material la chatarra o elementos de desecho, que en principio han dejado de ser útiles, pero el artista les ha dado una función.
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