Todos en los ojos de Mónica

Mónica, víctima de la violencia machista, no ha sido la primera en intervenir en el acto regional de conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia de género. Tampoco ha sido la última. Pero con toda seguridad, sí ha sido la más importante. Sus palabras, contenidas en un microrrelato de título 'Vergüenza', no han sido las más extensas. Pero con toda seguridad, sí las más llenas de sentido, las más valientes y también las más humanas.

Lo había dicho momentos antes el vicepresidente de la Diputación y diputado de Asuntos Sociales, Miguel Ángel de Vicente: esta "desigualdad da pie a la existencia de más hombres y más mujeres, pero nunca de más personas". Personas, humanos. Los ojos de Mónica, leyendo llenos de historias el breve texto, se convertían de repente en los ojos de la humanidad, los ojos de todos los presentes en la Academia de Artillería. Y también en los protagonistas de todas las palabras de las autoridades que la habían precedido en el atril y que la sucederían más tarde.

Igualdad, denuncia, silencio, sexual, maltrato, reivindicación, lucha, eran sólo algunos de los términos que una y otra vez aparecían en los discursos de las autoridades. El coronel Javier Alonso, ejerciendo de anfitrión, recibía a sus invitados enumerando los objetivos que nunca abandonan los artilleros, tales como inculcar, fomentar y arraigar los valores. La alcaldesa Clara Luquero citaba una vez más a Simone de Beauvoir y a una escritora india de nombre impronunciable pero mensaje claro: "no construiremos sociedades diferentes con personas indiferentes", y Miguel Ángel de Vicente expresaba su intención de seguir impulsando el papel de la mujer en los diversos ámbitos "hasta que ninguna de ellas sienta que ha quedado relegada a un segundo plano". De repente, Mónica, aparecía en primero.

Su relato se convertía en el único importante, sólo cediendo protagonismo por unos momentos a los representantes del Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia Civil, de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) del Cuerpo Nacional de Policía, de los CEAS del Ayuntamiento y la Diputación de Segovia, de la Cruz Roja, de la Unidad de la Mujer de la Junta de Castilla y León, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, ganadores y merecedores de un reconocimiento en forma de Menina.

A ellos se refería en sus palabras la consejera de Familia, Alicia García, al recordarles que sus "acciones adquieren otra dimensión cuando actuais en red" y el trabajo en equipo también se veía reflejado en la intervención de la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, al citar la reciente iniciativa conjunta presentada en el Congreso por los partidos políticos.

Pero ni Pactos de Estado, ni tópicos, ni tampoco referencias estadísticas lograban aguantarle la mirada a los ojos de Mónica. Ella, representando a las seis víctimas mortales castellano y leonesas y a las 40 españolas en lo que va de 2016, aguantaba firme hasta las primeras notas tristes de los violines de las alumnas del Conservatorio de Música, dando muestras de que se puede salir ganadora y valiente de esta lucha. De que hay que abrir los ojos; los propios y los de la sociedad.