La cola ante las puertas del Teatro Juan Bravo, que desde casi media hora antes del comienzo ya alcanzaba el templete de la música, mostraba el interés que la proyección había despertado entre el público.
Para quien no esté informado, el documental (costeado por suscripción de 1500 “mecenas”), trata sobre los errores, negligencias y pormenores que rodearon la tragedia del Alvia que el 24 de julio de 2013 costó la vida de 81 personas y produjo heridas, algunas gravísimas, a más de 140. Entre los fallecidos se encontraba el joven segoviano Francisco Javier García Liras, cuyos padres asistían al estreno en Segovia, dentro de la programación de MUCES.
Cuando se llevaba algo más de una hora de proyección, ésta se interrumpió por una avería en el sistema. Rápidamente se dirigió al público el realizador Aitor Rei, presente en la sala, que visiblemente enojado quiso dejar claro que él había enviado, con un mes de antelación, no una sino dos copias en perfecto estado por el especial interés que tenía en esta premiere en Segovia. El director de la Muestra se levantó a continuación y afirmó que el las remitió al teatro hacía una semana, pero Rei le contradijo diciendo que los responsables de la cabina las habían visto por primera vez unos minutos antes del comienzo.
Después del coloquiol, se proyectó la parte del documental que se quedó sin ver. La proyección volverá a Segovia a partir del 11 de diciembre en la sala ArteSiete






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