La Semana de Cámara del Festival de Segovia, que organiza la Fundación don Juan de Borbón, vivió ayer martes su segunda jornada con un concierto tan especial como poco habitual. En el maravilloso marco de la Sala de la Galera del Alcázar, los espectadores pudieron volver al pasado con cuatro magníficos pianos históricos, cuidadosamente recuperados, y un programa perfectamente ajustado a la época en que se construyó cada uno de ellos.
Gracias a las manos y el talento de Miriam Gómez-Morán, la velada, un verdadero viaje al pasado, comenzó con el sonido de un pianoforte Houston de 1794, con el que interpretó un pequeño preludio de Haydn y la Sonata IV en La Mayor de J.C. Bach, acompañada por Guillermo Peñalver al traverso clásico.
El segundo instrumento en sonar en una Sala de la Galera que completó su aforo fue otro pianoforte inglés, un Clementi de 1801, con un sonido claramente distinto y en el que la pianista ofreció la Bagatela Op 33 de Beethoven, compuesta justamente en 1802 y un Rondó de Franz X. Mozart, de nuevo con traverso.
En la segunda parte de un concierto en el que los instrumentos fueron al menos tan protagonistas como los músicos, si no más, el pianoforte cedió el protagonismo al piano de cola, con un Kirkman de 1866, de mecánica inglesa, en el que sonaron los "Valses poéticos" de Granados y una emocionante versión para piano y chelo de "‘La góndola fúnebre" de Liszt, ahora con el concurso del gran violonchelista Arturo Muruzábal.
La última parte de la velada estuvo protagonizada por un Ehrbar de 1883, de mecánica vienesa, en el que Gómez-Morán completó su actuación con el "Estudio trascendental: Ricordanza" de Liszt y la Sonata nº1 en Mi menor para violonchelo y piano de Brahms, de nuevo con un sobresaliente Muruzábal.
Por cierto, que a la espectacularidad de los cuatro pianos se sumó el violonchelo que tocó Muruzábal, construido en Cremona a principios del siglo XVIII, un bellísimo instrumento, con un aún más bello sonido.
Todos los pianos pertenecen a la Colección Serrato y han sido restaurados por Eduardo y Carmen Muñoz, dentro de un proyecto de recuperación de instrumentos históricos para la interpretación de repertorio con la mayor fidelidad posible a la época.
También ayer, en este caso en la iglesia de San Juan de los Caballeros, se desarrollaba una nueva jornada del Festival Joven, en su vigésima edición, con la actuación de los ganadores de la última edición, la quinta, del Concurso Jóvenes Promesas del Violonchelo "Jaime Dobato Benavente", los jóvenes músicos Luis Aracama, Carlos Vidal y Eva Esteban.
Hoy miércoles prosigue la cuadragésimo sexta Semana de Música de Cámara con la actuación de Da Kamera, presentado el programa "Molto Affettuoso", violín barroco, clave y violonchelo barroco para obras de Corelli, Bach, Vivaldi y Haendel. Será a las diez y media de la noche en San Juan de los Caballeros.
Por la tarde, a las ocho, en el Jardín del Colegio de Arquitectos, el Festival Joven presenta al guitarrista coreano Deion Cho, ganador del 13º Certamen Nacional de Interpretación Intercentros Melómano.
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